Metalord Revolution 295 EL CARCELERO DE LA ABOMINACIÓN
PERSPECTIVA: Tercera Persona
Años 1015, una bruja conocida como Yudaz Malhe, se convertiría en el símbolo de la traición y herejía, para todos los de su propia etnia, creando la terminología “Yudaz” que sería acuñado para las brujas criminales. Traicionando a su aquelarre y colaborando con el reino de Fraya, logra hacerse con la “Asta de Astado”.
La “Asta de Astado” era la materialización física de una porción de los cuernos del dios de las brujas, Astado, imbuido con increíbles poderes mágicos que dictan poseer propiedades divinas, fue posible su robo al revelarse su ubicación por la Yudaz Malhe y con la ayuda del ejército de Fraya. Llevados a la región de un Granarg rebosante de vida y vegetación, se lleva a cabo un ritual para usar el objeto divino y crear una fuerza devastadora que aplaste a sus enemigos.
Sin embargo, el “Asta de Astado” se corrompe y termina invocando una monstruosidad de poderes inimaginable, esa noche nació la “abominación de Astado” y amenaza con arrasar todo a su paso. El ejército de la “Voluntad de Deux” quien luchaba para derrotar al reinado de Fraya y encontrándose en aquel entonces en lo que sería con el terminar de la guerra el futuro reino de Luthe, estaba preparado para confrontar a tal monstruosidad.
La criatura era incapaz de moverse desde su posición, aunque había sido invocado a este plano usando un objeto imbuido con cierta cantidad de mana divino, cadenas invisibles mantenían su cuerpo quiero, pero aquello era solo temporal. A cada minuto que transcurría su poder mágico se incrementaba y eventualmente llegaría a un punto en que rompería aquellas “ataduras” para moverse a voluntad y desatar todo su inmenso poder sin restricción.
Su poder era desmesurado, la “Voluntad de Deux” lo sabía, y derrotarlo conllevaría a la destrucción de casi todo su ejército, negarse a derrotar a la criatura en su momento donde es más vulnerable, condenaría a Gresswold por igual y ni “La Alianza Quíntuple” escaparía de aquella inevitable destrucción.
Fue entonces que ante los lideres de “Voluntad de Deux” se aparecieron seis individuos encapuchados, uno de ellos se revela como una mujer, una bruja y con su mano en el pecho y firme determinación, afirmo en una oración.
—Nosotros nos encargaremos de la criatura, déjennos en nuestra manos y destino.
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PERSPECTIVA: Rozuel Drayt
Thysia Malhe, una bruja acompañada de otros cinco, le aseguraron a la “Voluntad de Deux” que ellos mismos se encargarían de derrotar a la monstruosidad, los lideres militares reconsideraron en poco tiempo y aceptaron dejarlos en sus manos. Veían con pocas esperanzas que realmente pudieran lidiar con tal amenaza de semejante poderío mágico, pero en el fondo ellos no querían perder a su ejército o aun con la derrota de aquel monstruo, podría significar la victoria de sus enemigos “La Alianza Quíntuple”.
—«Thysia Malhe, entonces ella es hermana de la Yudaz, je… pensar que una de las hermanas se convertiría en el estigma social de las brujas y otra la razón de existir de un pacto escondido entre su propia gente, vaya familia “típica” de brujas».
Cuatro de las encapuchadas retiran sus capuchas para revelar ser mujeres también, eran otras brujas, solo uno mantenía su identidad oculta y caminaba al lado de la propia Thysia. ¿Cómo conseguirían derrotar a tal semejante monstruo?, posee poder divino, un mana que se deja en claro tiene una escala de potencia en la magia mucho mayor a la energía mágica ordinaria.
—[Thysia Malhe ya era consciente de lo que aguardaba cuando el “Asta de Astado” fue robado, algunos creen que el propio Astado se le apareció en una visión onírica y le revelo sobre el nacimiento de aquella abominación] -Explico la entidad —[También le otorgo la manera de como “vencerlo”].
La imagen cambia a la propia Thysia a unos cuantos metros al frente de la “abominación de Astado”, la criatura aun incapaz de moverse de su posición, emitía su poder mágico con intención de atacar a la distancia. Abriendo su boca, comienza a concentrar mana en esta y se preparaba para lanzar una descarga de energía mágica que arrasaría con todo en un amplio rango del cual la bruja se encontraba al alcance.
Las cuatro brujas se habían situado entonces en cuatro lados concordando con los cuatro puntos cardinales, en eso Thysia fortaleciendo con magia su cuerpo se desplaza a gran velocidad y antes de que la monstruosidad atacase primero, lleva a cabo su plan. Tocando el hocico de la “abominación de Astado”, este inmediatamente hace desaparecer toda la energía mágica que concentraba en su boca.
Acto seguido, la criatura queda en un estado de inmovilidad semejante a una estatua, un círculo mágico se manifiesta bajo los pies del monstruo del tamaño del mismo ser, las cuatro brujas se hacen un corte en la palma de una mano y vierten su sangre sobre el circulo mágico mientras sus bocas recitaban una oración en voz baja.
La sangre misma al contacto del círculo comienza a manifestar una voluntad propia y a convertirse en energía mágica en un estado líquido, se extiende hasta formar una red con la sangre de las demás brujas y luego encerrar a la criatura como a la propia Thysia dentro de una inmensa jaula de cristal.
Una gran cantidad de energía mágica se produce en dicho hechizo que provoca en reacción una onda expansiva que afecta a toda la región a su alrededor, la verde naturaleza pronto se marchita, árboles, arbustos y el prado se ennegrecen para luego convertirse en cenizas. La onda expansiva tuvo un alcance que cubrió a toda la región de Granarg, convirtiendo toda la región en un páramo seco y estéril.
—[La “abominación de Astado” no podía ser derrotado en combate, Thysia Malhe entonces junto a unas brujas y un sexto seguidor, realizaron un “ritual” que sellaría al monstruo en un “plano aislado” creado por el mismo hechizo].
El cuerpo de Thysia Malhe fue destruido y su espíritu convertido en la “entidad” que es ahora, físicamente la entidad se parece a la propia bruja en persona, con diferencia de que no posee cuernos ni aquellas vestiduras de hojas negras.
—[Pero el sello de la “abominación de Astado” no podía mantenerse por su cuenta, cuatro brujas son requeridas para verter su magia periódicamente y de esa manera que la jaula su “sello”, siguiera existiendo, si la magia de la jaula desaparece en su TOTALIDAD, el sello se rompería, el plano se destruiría y aquella abominación quedaría libre en Avalia con TODO SU PODER].
—¿Qué sucedió con las cuatro brujas del principio?, ¿también “desaparecieron” en el acto como Thysia?.
—[No, fueron las primeras elegidas del “Pacto de Thysia”, se les otorgaron ciertas habilidades a sus cuerpos para mantenerlas con vida en las adversidades del plano real, pero al fin de cuentas seguían siendo mortales, morirían o por la vejez o lesiones fatales más allá de las toleradas, eventualmente otras cuatro brujas le sucederían y otra generación le seguiría para mantener el sello de la “abominación de Astado” y cumplir con el pacto aun en estos tiempos].
—¿Qué hay del sexto individuo?, el que no bajo su capucha, ¿qué función cumplió?, ¿por qué esa bruja mantuvo su “anonimato” en todo momento?, es… sospechoso.
Solo vi a la propia Thysia y las cuatro brujas llevando a cabo aquel sellado mágico, pero del sexto individuo no había nada, ¿por qué estuvo ahí?, la misma entidad dice que fueron “seis” quienes hicieron ese sello que creo el “Pacto de Thysia”.
—«Thysia Malhe se convirtió en el eje central del “Pacto de Thysia” al sacrificar su cuerpo y ofrecer su alma para formar la entidad de este plano, las cuatro brujas actúan como un medio para “recargar” periódicamente con magia el sello y mantenerlo en funcionamiento, entonces… ¿qué fue de aquel “sexto integrante”?».
El escenario vuelve al plano donde se encuentra la jaula con la abominación sellada, junto a la entidad, Riza y la bruja de verde llamada Brilda, cuando todo parecía estar en completo silencio, escucho una especie de voz susurrarme inentendible a la cabeza. Como si fuera por instintivo o contra mi voluntad, mi cabeza voltea hacia la jaula que encerrada aquel ser en su interior, entonces la voz se hace más intensa, pero seguían sin entenderse lo que decía. Pronto comienzo a caminar en dirección hacia la jaula.
—Roz, ¿qué haces? -Riza pregunta confundida.
Ella intenta detenerme, pero la propia entidad del plano se lo impide, la mira fijamente y moviendo su cabeza para indicar un “No”, es como si le dijera que “No interfieras”, a lo que la propia bruja obedece. Entonces eventualmente hago contacto físico con la jaula usando mi mano derecha, la voz resuena con más fuerza y entonces oigo una oración que se entiende a mi consciencia.
—“Te lo enseñare YO MISMO” -Una voz de tono masculina y adulta se hizo entender en ese susurro.
En unos segundos vuelve a reaparecer en la región de Granarg en pleno día, a unos metros en frente de mí, me encontré con un hombre adulto descalzo que rondaba por los 30 o 40 y pico de años. De cabellera negra corta, complexión en forma y un brazalete dorado en su extremidad izquierda, vestía una camisa blanca sin mangas y pantalones largos.
Aquel hombre se encontraba de espalda disfrutando de la vista y con un pájaro encima del dedo índice de su mano derecha, observando noto que esa misma mano había una sortija o anillo. El pájaro se hecha a valor, para luego aquel hombre voltear y nuestras miradas cruzarse, este contacto visual duro casi un minuto y en ese mismo silencio empecé a entender a donde iba esto.
—Tú, eres un “sangre de bruja”.
—Si -Contesto el hombre.
—Eres el “sexto integrante” que dio origen al “Pacto de Thysia”.
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—Así es, mi nombre es Héctor Malhe, eterna pareja y esposo de Thysia Malhe.
Una pareja entre una bruja y un “sangre de bruja” que data del año 1015, el brazalete en su brazo izquierdo debió ser un objeto mágico para accionar el efecto de “Afinidad de Astado”.
—¿Qué rol cumpliste en el ritual que sello a la “Abominación de Astado”?.
El tal Héctor Malhe levantando su mano izquierda, invoca una pequeña brisa y pronto una serie de memorias rápidas llegan a mi mente, mientras Thysia se aproximaba para hacer contacto al hocico de la criatura, aquel “sangre de bruja” usando su propio puño derecho, clavo su extremidad en una de las patas del monstruo.
Acto seguido aquel brazalete en su brazo se activa y todo su cuerpo se envuelve en un manto blanco, pronto su cuerpo comienza a partirse como si estuviera hecho de vidrios y se convierten en numerosos trozos que entran por la herida del monstruo. Este momento se sincroniza con el de Thysia tocando el hocico de la criatura, fue en ese instante en que la “Abominación de Astado” queda totalmente inmóvil. Los recuerdos culminan allí, pero sabía lo que había ocurrido ahora en todos sus detalles.
—Eran dos sacrificios… tú sacrificaste tu cuerpo y enlazaste tu alma a la “Abominación de Astado” para debilitarle e inmovilizarle, de esa manera Thysia pudo realizar con éxito el sello que lo encerró, de no ser por ti, jamás se habría hecho posible ese sellado mágico.
El monstruo era demasiado poderoso, pero DEMASIADO, tenía poder mágico divino, aunque este se encontraba incapaz de moverse y recuperando todas sus energías en su cuerpo para desatar su auténtica fuerza destructora, la bruja sola no tenía la capacidad para sellarle así nada más. Un “sangre de bruja” era necesario, su voluntad y la “Afinidad de Astado” hicieron posible mantener a la criatura bajo control, debilitar su voluntad lo suficiente y de esa manera realizar aquel ritual con éxito.
—Tienes unos “compañeros” bastante interesantes, sangre de bruja -Me dijo el tal Héctor.
A mis espaldas de manera casi inmediata se habían manifestado en este preciso lugar, el propio Myldark y a su lado se encontraba Alnayits, los dos miraban fijamente al sangre de bruja con notoria hostilidad.
—Oh, ahora veo mejor tu naturaleza, ¿acaso eres una existencia anclado a algún sello mágico poderoso? -Pregunto Alnayits.
Pensé que los dos serian consciente de mi “visita” al plano de la “abominación de Astado”, pero tal parece que ninguno de ellos podía ver u oír todo lo que ocurría allí.
—“Esta presencia desagradable envuelta en una maldad mayor a la mía, ¿qué eres?” -El dragón oscuro pregunto.
—Soy el “carcelero” de la “Abominación de Astado”.
Aquella criatura se muestra a espaldas del propio Héctor, estaba parado en dos patas mostrando ser también bípedo, todo su cuerpo de pie a cabeza tenía numerosas cadenas de diversos tamaños, estaban adheridos en cada parte del cuerpo de la monstruosidad que mantenía a aquel ser totalmente quieto como una estatua
—¿Poder mágico divino?, ¿qué clase de locura llevo a crear esa cosa?, nadie podría controlar tal exorbitante poder de esta proporción ridícula, dejarlo deambular libre ocasionaría la destrucción de todo lo que esté a su alcance -Argumento Alnayits.
—Es tal y como lo dices, esa cosa gigante que vez allá casi se jode a todo Gresswold hace más de tres siglos, y quien sabe, si sabe nadar quizás el resto de los continentes habrían tenido el mismo desenlace -Declare a los dos “invitados” que estaban a mi espalda —Por desgracia, esa cosa podría quedar libre en cualquier momento, si lo que lo mantiene “sellado” dejara de hacer su trabajo.
—“Esa cosa… Ni los seis dragones del fin juntos podrían con ese monstruo” -El propio Myldark afirmo.
Héctor en solo un parpadeo se había movido varios metros teletransportándose directamente a unos centímetros de distancia de mí, el propio Alnayits y Myldark reaccionan entonces con intenciones de atacarle, hasta que yo los detengo con el levantar de mi palma derecha para indicarles “alto”.
—¿Cómo te llamas? -Pregunto Héctor.
—Pensé que a estas alturas ya lo sabría, conque no sondeaste mi mente, bien, te lo diré, soy… Metalord.
Al contestar su pregunta vuelve a teletransportarse hacia su posición original y luego voltea haciendo desaparecer a la “abominación de Astado” del escenario con solo mover una de sus manos.
—Eres un buen sangre de bruja, Metalord.
Luego de declarar aquellas palabras, todo el escenario de Granarg desaparece al instante, Myldark y Alnayits también se habían marchado, había regresado nuevamente al plano principal con la jaula que alberga a la “Abominación de Astado”. Riza se me acerco entonces preguntando si estaba bien, pues desde este lado me había quedado un buen rato en completo silencio e inmóvil mientras me encontraba “charlando” con aquel sangre de bruja.
—Entonces estuve dentro de otro plano de un mismo plano alterno, que cosa tan… “Planoception”.
—¿Qué?, ¿de que estas hablando?, ¿Rozuel realmente estas bien?.
—Estoy bien, Riza, incluso acabo de descubrir que un sangre de bruja estuvo involucrado en la creación del “pacto de Thysia”, ahora mismo su alma se encuentra dentro de…
Señale a la criatura enjaulada, como dejo en claro Héctor Malhe, su cuerpo físico ya no existe, pero su alma esta enlazada a la propia “abominación de Astado”, aún sigue en esa criatura, con intención de mantenerle debilitado y totalmente a la voluntad del sello de este pacto.
—No sabía… sobre eso, pensé que el “pacto de Thysia” surgió exclusivamente a manos de brujas -Riza confeso.
—Qué raro, parece como si no le contaran el resto de “esa versión” -Afirme con el mirar a la entidad del pacto.
La propia entidad me mira fijamente, pero no manifiesta ninguna expresión en su rostro ante mis insinuaciones o intento de provocarle, solamente estaba allí de pie en total silencio y una cara indiferente.
—Lo sabía, ¡sabía que las brujas no podían haber sellado a un monstruo tan poderoso por su cuenta! -Dice Brilda entre risas —Así que alma de un “sangre de bruja” fue necesario para que el ritual del sellado se hiciera, jejeje… no sé porque ocultarlo, como sea, ahora que el “repaso histórico” concluyo, vayamos al asunto que queda pendiente.
Ahora que lo recuerdo, esta bruja llamada Brilda, se mostró asombrada por el hecho de ser un “Drayt masculino”, ¿qué tiene mi apellido de especial?, incluso afirma que no tengo idea de lo “valioso” que es mi “sangre”. Tantos enigmas ya me dan dolor de cabeza, así que fui directo al punto que concierne.
—Ahórrate toda la maldita drama de misterio y ve al grano de una vez -Le pedí “amablemente”.
—Uh, que rudo, me encanta esa aptitud varonil, si… concuerda con todo un Drayt hecho hombre, aun si incluso a simple vista aún seas un chiquillo apenas en la adolescencia -Opino —Bien, ¿por dónde empiezo?, ya lo sé, mi nombre completo.
Con una sonrisa pícara y de tono malicioso, ella hace una pose de reverencia.
—Permíteme presentarme como corresponde, soy… Brilda Drayt.
Continuara…
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