MTSR Capitulo 21 Aventureros II
El muchacho pequeño se llama Falcón y su padre se llama Hank, al parecer es tradición en su familia tener nombres de aves, el pequeño falcón tiene recién 7 años, según mis cálculos debería estar en la escuela, pero por lo que pude averiguar su familia no tiene dinero para enviarlo, algo bastante común con la gente pobre, por cierto su familia es su padre y él.
Mientras comíamos un postre a base de una fruta recolectada de un monstruo tipo planta y Myrd realizaba las pruebas y orientaciones básicas del gremio, llego un hombre grande, su rostro era afilado y su cuerpo musculoso demostraba que tenía habilidades de combate, apenas entro me vio a mí y a Falcón y corrió hacia nuestra mesa:
– Fal que diablo haces, te dije que podías pedir unos dulces pero creo que te has excedido, por eso voy a tener que…
– Lo siento, no fue su hijo el que pidió estas cosas, fui yo – respondí tranquilo al ver que Falcón estaba a punto de ponerse a llorar – Además ya pague por todo, puede consultarlo con el tabernero- Cuando termine de hablar el hombretón miro al tabernero quien asintió – Permítame presentarme, soy Ale Guld.
– ¿Un Noble eh? Soy Hank, el papá de este niño, agradezco que le hayas dado comida.
– Para nada, viene acompañando a un familiar y Falcón me acompaño mientras espero. Por cierto, su hijo me comento que es un excelente cazador.
– Ja, algo así- Al alabarlo su rostro se relajó un poco- Antiguamente era un Arquero en el ejército imperial, pero me retire.
– Si, padre se retiró para poder pasar más tiempo conmigo – Dijo Falcón feliz.
– Claro que si Fal- respondió él mientras acariciaba la cabeza de su hijo.
– Ya veo – Dije mientras miraba las aves en la mano de Hank – ¿Las mato con un dardo?
– Tienes buenos ojos, son pájaros nube, son deliciosos pero si les clavas algo tan grueso como una flecha la carne se pone amarga y quedan asquerosos.
– Ya veo, señor Hank, si no me equivoco ganara unas 3 de plata por esas aves.
– En realidad solo dos y media. Quisiera sacar más pero es difícil. Por cierto, jovencito, si tu papá o algún conocido busca un buen cazador no dudes hablarle de mí, estoy pensando en buscar un patrón.
– Padre, el señor Ale está buscando un cazador
– ¿En serio?
– Así es, estimo que usted al mes hace aproximadamente entre quince y veinte de plata, si bien es más de lo que gana un jornalero o un guardia, estimo que usted debe tener algún tipo de deuda ya que su hijo no asiste a la escuela y a pesar de sus ganancias su equipo con suerte supera al equipo más básico y barato. Además hablando con Falcón pude descubrir que no tienen una casa o habitación. Sumado a lo anterior el hecho de que su hijo quisiera guardar la mitad de la comida quiere decir que usted no está comiendo en pos de darle comida a él.
– ¿Quién eres?- Pregunto Hank con los ojos bien abiertos
– Ale Guld , pensé que había quedado claro, pero ese no es el punto, estoy dispuesto a contratarte, el contrato será por uno de oro mensual, te daré equipamiento acorde a tus capacidades, pero no solo eso, te daré alojamiento y comida en mi casa, obviamente esto también se extiende a Falcón, a quien por cierto le pagare la matrícula y mensualidades de la escuela que tu elijas.
– ¿Me estas jodiendo?- Dijo Incrédulo Hanck
– No, si tienes dudas podemos usar el gremio como aval.
– Entonces que así sea, no me malinterpretes muchacho pero eres solo un mocoso, me cuesta creerte.
– Muy bien vamos al mostrador.
Nos acercamos al mostrador en donde la estaba la dama conejo, ella nos miraba desde hace rato sin perderse la situación, al vernos acercarnos rápidamente preparo un documento, ella es eficiente, quizás deba reclutarla también.
– Señor Hank, señor Guld escuche su conversación y cometí el atrevimiento de hacer un contrato acorde a lo acordado- dijo la mujer coneja y puso un trozo de papel en la mesa, lo revise rápidamente y estaba todo bien.
– Esta todo en orden, pero quiero solicitar un conjuro mágico, para darle más validez al asunto.
– ¿Seguro? EL contrato mágico tiene un valor de un oro- Dijo Hank, puse el oro sobre la mesa y asentí.- Muy bien patrón, tu mandas.
La mujer conejo rápidamente trascribió el contrato en un papel dorado y el contrato mágico estaba listo, si bien no tendría ningún efecto negativo en mi por mi insuficiencia mágica, al ser un contrato mágico seria respaldado y copiado por el gremio aumentando así su valor legal.
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– Muy bien, ahora está todo en orden, desde hoy soy tu patrón sr Hank, cuando Myrd termine su inducción te llevare a casa.
– Si, por cierto patrón, con respecto a la escuela para Falcon quiero pedirle un favor, pues vera, mi hijo nació con afinidad mágica, sé que las escuelas de magia son caras pero me gustaría que fuese a una, si me ayuda con eso, trabajare sin cobrar e incluso me volveré su esclavo – Dijo con fervor Hank.
– ¿Afinidad mágica? Si recuerdo bien, es cuando el individuo necesita menos mana para realizar un conjuro.
– Si, pero debido a que no he tenido dinero para pagar no lo he podido matricular en ninguna escuela.
– Ya veo, señorita recepcionista ¿Cuál es la mejor escuela de magia de la capital?
– Si me lo pregunta sería la escuela de Magnus, pero ya no están recibiendo alumnos becados y la matrícula es de casi cincuenta oros y la mensualidad es de veinte oros, le recomiendo buscar algo más económico y de mejor calidad.
– ¿Mejor calidad? – Tanto yo como Hank exclamamos.
– Pues sí, un viejo mago del gremio abrió su propia escuela, el siempre quiso ser profesor pero trabajaba como aventurero para juntar dinero, llego a rango B y la mayoría de las recepcionistas aprendimos con él y puedo decir que es un excelente maestro.
– Si una persona tan capaz como tú lo recomienda, me gustaría ir a echarle un vistazo ¿Nos podrías llevar?- Respondí
– Claro, apenas termine mi turno.
Seguimos hablando con la recepcionista, Hank estaba más relajado y Falcón quien no entendía bien todo se notaba más feliz, mientras estábamos en eso Myrd salió de su inducción, al ver a Hank estaba un poco recelosa pero al explicarle la situación le dio la bienvenida a la familia, justo estaba a punto de explicarle a estos dos que tendrían que trabajar juntos cuando un grupo numeroso entro al lugar. Al vernos se acercaron rápidamente a Hank y un muchacho de buen ver vestido con equipo de primera pero tan limpio que se notaba que jamás se habían usado en batalla hablo.
– Veo que tienes nuevos amigos Hank, vengo por tu deuda incluyendo intereses.- Dijo con una voz desagradable.
– ¿De cuánto es la deuda?- Pregunte a Hank, sabía que tenía una deuda, pero no de cuánto.
– De veinticinco oros – respondió Hank avergonzado – eran veinte pero con los intereses subió a 25, hace meses caí en una trampa en un laberinto, el grupo Lobo Rojo me salvaron y como dice la ley exigieron un pago, o pagaba o me volvía esclavo por cinco años, pero no podía dejar a Fal solo, así que solo acepte la deuda, por ahora solo he podido pagar los intereses.
– ya veo- respondí, me hice una idea rápida de lo que había pasado, seguramente la trampa en el laberinto no era natural y eran estos tipos quien la había puesto, siendo Hank un explorador novato no solo cayo en la trampa de la mazmorra sino también en la del préstamo, si bien la ley dice que te pueden cobrar por sacarte de un laberinto, la suma nunca puede ser mayor a 5 oros, suspire, metí la mano al bolsillo y le pase 25 oros a Hank – Págales.
– Pero- dijo Hank mirando su mano, luego me miró fijamente y suspiro – Toma, aquí tienes tu dinero- dijo mientras le pasaba las monedas a un asombrado prestamista.
– ¿Eh? Guau tu amigo sí que tiene dinero, quizás debería pedirle yo también- Dijo el prestamista.
– Ya tienes tu dinero, ahora rompe el contrato de préstamo – Dije
– ¿Y si no quiero? – Dijo el hombre- sabes, se ve que tienes dinero, quizás deba quitártelo, a esta hora no hay mucha gente en el gremio, así que no creo que nadie te pueda ayudar.
– ¿Me estas amenazando?
– No te hagas el tonto, ahora dame el dinero o me podre rudo – Dijo el prestamista mostrándome un cuchillo, este tipo era un idiota.
Suspire, mire a Myrd y ella asintió y como si hubiese caído un rayo todos los hombres se desplomaron inconscientes, mientras que el jefe estaba en el piso reducido por Myrd. El tipo se retorcía y gritaba amenazas, así que lo mire y dije :
– Por cierto no me he presentado, mi nombre es Ale Guld, Conde Ale Guld- Sonreí- Creo que deberías saber que amenazar con un arma a alguien de la alta nobleza es un crimen y le castigo es la horca, fue un gusto conocerte.- Mire a Myrd – Atúrdelo
El hombre me miró fijamente, se puso pálido y con el rostro lleno de horror se desmayó.