El príncipe nigromante - Capítulo 9 - Levantamiento mercenario.
Levantamiento mercenario.
Estos eventos suceden en la semana en la que Alex marchó junto a su grupo, terminó de construir el campamento y soñó con su familia.
Dia 1.
Los mercenarios se rebelan, matando a todos los alusianos en los muros exteriores, obligando a que los alusianos del muro interior se queden atrincherados. Los mercenarios mandaron mensajeros de que habían descubierto su movimiento y que al mismo tiempo pedían refuerzos para tomar la ciudad.
Los ciudadanos simplemente deciden mantenerse fuera del conflicto, escondiéndose en sus casas.
El comandante alusiano intentó dialogar pero fue inútil.
«¡Capitán mercenario Rodrigo, ¿por qué razón está haciendo esto? ¡Teníamos un trato y nunca lo incumplimos!» Decía con furia el capitán alusiano.
«¿¡Acaso no conocen la vergüenza hijos de put@!? ¡Ustedes nos atacaron primero y liquidaron la mitad de nuestras bases! ¡Los mataremos a todos y nos haremos con la ciudad jodidos rastreros!»
«¿¡A qué se refieren!? ¡Nosotros nunca ordenamos algo como eso!»
«¿¡A sí!? ¿¡Entonces por qué nos atacaron soldados con sus uniformes!?» Entonces lanzan a las puertas de la muralla los cuerpos de soldados alusianos. «¡Reconocemos a todos ellos y son de los tuyos! ¡No te atrevas a hacerte el idiota Gaizo!»
«¡Maldita sea Rodrigo! ¡No quieres que tu jefe se entere de esto! ¡Si te retiras ahora haremos como si esto no hubiera pasado!»
«¡Ja! ¡Mi jefe aceptará esto una vez descubra lo que pasó! ¡Nosotros, junto a otros ejércitos mercenarios crearemos la nación de Hatoria!»
«¿¡A que mierda te refieres con eso!? ¡Responde!» Dice con gran confusión.
«¡Demasiada charla! ¡Iniciar el asedio a la segunda muralla!» Ordena Rodrigo.
«¡Preparar las defensas!» Ordena Gaizo.
Dia 2.
En un gran patio se encuentra Gaizo con varios de sus subordinados.
«Debemos de resistir otros 6 días más. Un ejército de 2000 hombres vendrá este lugar con el objetivo de aplacar rebeldes ephirianos al norte pero al parecer tenemos un problema aún mayor justo aquí que los inútiles intentos de los ephirianos en tomar sus tierras.»
«Señor, ¿Cómo nos vamos a defender? Apenas logramos soportar el asedio del día anterior.»
Gaizo abre un mapa de el muro interior de la ciudad.
«Somos 500 en total y ellos tienen la misma cantidad de tropas aproximadamente. La mayoría de ellos se encuentran al este por lo que estableceremos allí a 250 hombres. El resto de zonas puedes soportar con solo 75. Los 25 restantes serán refuerzos a cualquier zona que esté bajo ataque y serán constituidos por magos.» Entonces cierra el mapa al terminar de explicar. «Yo mismo me encargaré de los 250 soldados. Kal, tú estarás al sur. Caín, tú al norte y Sam, tú al oeste. Antes nos agarraron desprevenidos pero ahora tenemos mejor organización. ¡Todos a sus puestos!»
«¡Si señor!»
Día 3.
En la mañana llegaron alrededor de 100 mercenarios para reforzar su ejército.
Los mercenarios que se habían establecido en pueblos de los alrededores finalmente estaban llegando, reforzando a los mercs. Quedan 5 días para los refuerzos alusianos.
«¡Atravesaremos los muros! ¡Prepárense para atacar!» Dice Rodrigo.
«Esos traidores nos atacarán con todo en el muro este. ¡Prepárense para mandarlos al otro mundo!» Dice Gaizo.
Los mercenarios inician el ataque con bombardeos mágicos, principalmente constituido por magia de fuego. Los alusianos logran parar muchos de esos ataques pero al final reciben daños en la estructura del muro y mueren varios soldados en el proceso. Aprovechando la altura de las murallas, los alusianos protegen a los arqueros con mayor prioridad mientras estos disparaban con apoyo de magos de viento para dar a sus blancos con mayor facilidad y así terminan matando a varios mercenarios que se acercaban a los muros.
Los mercenarios llegan a los muros y ponen escaleras mientras los magos mercs les protegen para lograr escalar con seguridad y se pudo lograr pero no de la manera que ellos esperarían. Los alusianos empezaron a luchar cuerpo a cuerpo mientras un mago de fuego usó [bengala] como señal de pedir refuerzos a los otros 25 magos pero gracias a eso un mercenario le corta el brazo para después clavarle una lanza en el cuello, matando al mago. Aún si fueron bendecidos por la magia, pueden ser asesinados como una persona normal.
Una vez llegaron los magos alusianos estos fácilmente lograron tomar devuelta las murallas y expulsar a los mercs, haciendo que se retiren.
Dia 4.
4 días para los refuerzos.
Esta vez se intentó tomar los muros por el sur y el norte y los mercenarios casi lo logran si no fuera por los refuerzos de magos alusianos que se dividieron entre los 2 lados y lograron expulsarlos otra vez. Lo malo es que ambos muros ahora se encuentran muy debilitados y con pocos hombres.
Al final del día llegaron más refuerzos mercenarios.
Día 5.
3 días para los refuerzos.
Los mercenarios deciden atacar la muralla sur con muchos de sus hombres pero dejarán atrás a unos 120 para que se pongan a simple vista en la muralla este pero sin intentar atacar. Querían dar la impresión de que todas sus fuerzas se encontraban en un mismo punto por lo que también le pidieron a los heridos que ayudaran en eso, después de todo, ellos no participarán en combate.
En un principio los alusianos se prepararon para la batalla en la muralla este mientras que los mercenarios simplemente hacían ruidos e insultos diciendo que iban a tomar los muros y así poder ocultar lentamente algunos mercs y de poco en poco se formaron 400 hombres en la muralla sur y luego atacaron.
La muralla cayó con rapidez pero no lograron evitar que se envíe un mensaje al resto de fuerzas ya que un mago de fuego disparó 3 [bengalas] dando el significado de que el muro había sido tomado. Los soldados rápidamente se reagrupan e intentan derrotar a los mercenarios en un ataque frontal pero se vieron incapaces y retrocedieron hasta el castillo, la última zona de defensa de Aedar. Algunos veteranos les dieron escalofríos al recordar la masacre que se originó en ese lugar de las miles y miles de tropas alusianas y eritias en ese castillo, después de todo, murieron 30000 tropas en el asedio de la ciudad hace algunos años. Pensar que semejante logro sería arrebatado por meros mercenarios les generaba una gran furia, no podían permitir eso, su honor como soldados de alusia estaban en juego. No importa que, no pueden perder contra unos simples mercenarios. Ellos deben resistir.
Por ahora los mercenarios están haciendo las preparaciones para el asedio del castillo mientras que Gaizo ya preparó un plan para soportar lo suficiente hasta los refuerzos e incluso ganar el asedio si se ejecuta de manera correcta.
Día 6.
2 días para los refuerzos.
El ataque tomará parte en la puerta oriental.
El líder mercenario Robert decidió darle una oportunidad a los soldados alusianos de rendirse con la promesa de mantenerlos vivos y ser bien tratados como prisioneros.
«¡Vamos Gaizo, ríndete y salvarás a tus hombres! ¡Ya maté a uno de tus capitanes pero los mataré a todos si no se rinden y abren esas puertas!»
«¡Nunca! ¡Ustedes, unos simples mercenarios no tomarán lo que tanto nos costó conseguir! 30000 soldados murieron en este lugar ¡Y no pienso fallar a mis antiguos compañeros al perder esta ciudad! No, es más, incluso si yo pierdo esta ciudad ¡2000 soldados vendrán a tomarla otra vez! Esos soldados están en camino para ayudar a eliminar algunos rebeldes ephirianos pero al parecer eliminarán a otro tipo de rebeldes.»
«¿¡Qué!?»
«Y adivina qué Rodrigo, una vez ellos lleguen y se den cuenta de esto, ejércitos más grandes llegarán para exterminar tu inexistente nación. ¿Hatoria? ¡Ja! ¡Incluso ahora escuchar el nombre de Ephiria aún causa miedo entre nosotros, un falso país no es nada en comparación con ellos!»
Rodrigo se enojó por eso pero rápidamente se calmó «¡Ja! ¡Aún si vienen más ejércitos ustedes aún se encuentran debilitados por la guerra! ¡Una gran parte de sus ejércitos fue destruído así que solo les quedan simples reclutas con ustedes, por algo nos contrataron!»
«Tal vez sea cierto, pero nuestra tradición militar es lo suficientemente buena como para convertir simples reclutas en grandes soldados. Unos meros mercenarios que no recibieron ningún tipo de entrenamiento no representa un peligro para nuestro reino.»
«Si ustedes tienen entrenamiento, nosotros tenemos experiencia en combate. Nosotros nos forjamos en combate por muchos años y solo sobreviven los más fuertes de nosotros. ¡Nosotros tenemos mucha más experiencia que ustedes!»
«Ustedes no son más que bárbaros con algunas habilidades, obviamente nosotros ganaremos. ¡Soldados, prepárense para defender el castillo!»
«¡Hombres, prepárense para tomar el castillo! Son inferiores en número y ya están cansados, ¡Este asedio será mucho más fácil de lo que normalmente estamos acostumbrados!»
Ambos lados gritan con fuerza y los magos de ambos lados empiezan a atacar, defender e interceptar los ataques de sus adversarios.
Los soldados empiezan a disparar flechas a sus enemigos pero la mayoría son bloqueados por los escudos pero no para allí, ellos tienen preparados escorpiones y empiezan a matar a los mercenarios con facilidad. Los mercs empiezan a avanzar con un ariete con sus soldados más fuertes, sus arqueros disparan flechas detrás del muro de escudos pero difícilmente dan al blanco y después de la llegada de los escorpiones difícilmente tenían la oportunidad de disparar.
Los magos mercenarios lentamente empiezan a ganar terreno en el combate mágico, logrando dañar a varios magos alusianos, matar a algunos arqueros enemigos y destruir algunos escorpiones, dándole un respiro a los mercenarios no-magos.
Lentamente el ariete llega a las puertas del castillo y empieza a destruir la puerta de madera que se encontraba en mal estado. No tardaron mucho tiempo en romperla y finalmente entraron. Una vez varios mercenarios entraron en el patio exterior del castillo ningún alusiano se había exaltado o caído en el miedo.
«Hay algo raro en esto, tienen pocos magos y no bajaron el… ¡Mierda, el rastrillo! ¡Todos retirense, es una trampa!»
«¡Ahora!»
Entonces el rastrillo del castillo (puerta enrejada) cae, dividiendo en 2 a los mercenarios y seguidamente se dispara una [bengala] y salen algunos magos en la retaguardia de los mercenarios y usan todo tipo de ataques mágicos, ocasionando graves daños a estos mientras que en el interior estaban perdiendo.
«¡Malditos!… ¡Todos, retirada! ¡Todos los magos disponibles apoyenme para abrir un camino!»
«Mmph, ¿De qué sirve la experiencia y el conocimiento si no sabes usarlo? ¡Soldados, no importa que escapen los de afuera, acaben con los que están adentro! ¡Acabaremos con el resto una vez lleguen refuerzos!»
«¡Entendido!»
Mientras en el interior los mercenarios eran masacrados y se sentían traicionados, los del exterior lograban escapar. Rodrigo lograba fácilmente derrotar a los magos enemigos con su gran hacha incendiaria, matando a 7 de los 25 en el proceso y al ver esto los magos se retiran. Al final del día, solo quedaron 200 mercenarios escapando hacia el bosque que se dirigía Ephiros. Alusia quedó con poco más de 150 hombres en total pero decidieron no ir tras los mercenarios ya que podrían sufrir una emboscada en el bosque.
En el séptimo día los alusianos se dedicaron a sanar a los heridos con ayuda de los magos de luz. Los mercenarios finalmente pararon su marcha e hicieron lo mismo.
En el octavo día los refuerzos llegaron y los mercenarios siguieron marchando, creyendo que eran perseguidos y tenían al enemigo a sus espaldas. Ese mismo día la rebelión mercenaria dio inicio y toda la zona sur del territorio conquistado por Alusia y todo el territorio conquistado por Erova entró en un nuevo estado de guerra. Un mes después todas las ciudades de las zonas conquistadas por ambos países habían sido tomados por los mercenarios. Un ejército de 49000 mercenarios habían iniciado una nueva guerra para dar inicio al país de Hatoria.