La princesita encarcelada por los hermanos demonio - extra
Extra- Banquete y exquisito juego de campanas
Yao Yao, no estaba completamente asilada del exterior, también era amiga íntima de las mujeres. La princesa Ning descubrió que Yao Yao siempre se quedaba en su residencia desde que volvió, por lo que pidió que asistiera a la exhibición de apreciación de flores que se realizaba en su Gongzhu’fu.
(NT: Gonzhu, significa princesa mayor o de grado superior, Gonzhu’fu: residencia de la princesa)
Un carruaje condujo hasta el Gonzhu’fu. Yao Yao llevaba una falda larga con mangas anchas la cual estaba atada a la altura de su cintura, lo que la hacía parecer más delgada de lo habitual. Yao Yao tenía un sombrero y fue escoltada por sus guardaespaldas desde su carruaje. La princesa Ning, que espero durante mucho tiempo, finalmente la condujo dentro de su residencia.
La princesa Ning se mantuvo al lado de Yao Yao todo el tiempo, pero descubrió que su postura al caminar era un poco extraña, sus pasos eran muy lentos.
Sin embargo, la apariencia completa de Yao Yao se veía bien, por lo que este tipo de postura de caminar débil hizo que la gente la compadeciera. La princesa Ning no sabía que accesorio traía Yao Yao encima, pero escuchaba uno sonido muy agradable, parecía ser campanas.
Al sentir curiosidad, le pregunto a Yao Yao casualmente.
Yao Yao intento contener su sonrojo y tartamudeo para decirle que el sonido provenía del jade que colgaba de su cintura.
Pero recordó lo de esta mañana, cuando sus guardaespaldas esperaban que ella se levantar y se vistiera, le colocaron algo extraño en su interior, era una pequeña campana. La campana estaba hecha de plata, hueca y delicadamente estampada.
Las dos campanas de plata estaban conectadas por un hilo de seda. Wu’er conecto las dos campanas dentro de Yao Yao, una más profunda mientras que la otra menos profunda.
“Hará mucho ruido”, la bebe Yao Yao miro al hombre con la esperanza de que él no colocará esta extraña cosa dentro de ella.
“Se buena, solo aprieta en tu interior, temo que la princesa se sienta sola si no hubiera algo insertado en su interior”
Luego las dos campanas exquisitamente elaboradas fueron puestas firmemente en la cueva de Yao Yao.
Intento acelerar, pero cuando camino, no pudo evitar hacer algunos sonidos. También tenía un consolador largo y delgado de jade insertada en su cueva trasera. Afortunadamente, solo hizo que Yao Yao se sintiera un poco sensible, ya que estaba acostumbrada a los grandes miembros de los hombres.
Mientras Yao Yao caminaba, su parte inferior se tensó y las cosas insertadas en su cueva de crisantemo la hicieron sentir que era extremadamente difícil caminar.
Afortunadamente, las voces de las mujeres se escuchaban cerca. Podía escuchar a muchas mujeres riéndose en el Gonshu’fu. La princesa llevo a Yao Yao allí, “Si nos juntamos con el grupo, ¿de qué podemos hablar? Sería muy aburrido. Quería verte desde hace mucho tiempo, después de todo, no he escuchado una palabra desde que llegaste del exterior… afortunadamente, no soy el tipo de persona que guarda rencor, ben, tengo algo bueno que mostrarte.
La relación entre Yao Yao y la princesa Ning era muy buena, pero la verdad era…
La princesa Ning la llevo a una habitación apartada del grupo. Yao Yao sintió que era un poco extraño. No había nadie en la habitación, pero cuando vio a la princesa aplaudir, salió un hombre alto y guapo. La princesa Ning asintió con la cabeza hacia él, luego el hombre se quitó la ropa, aturdiendo a Yao Yao.
El cuerpo delgado y fuerte del hombre estaba expuesto frete a Yao Yao. En la parte delantera del hombre, se encontraba un gran palo de carne levantada. El pelo de la zona inferior de su cuerpo esta afeitado. A primera vista, era una macota masculina que fue criada para servir a las mujeres.
La princesa Ning giro y orgullosamente le dijo a Yao Yao, “Hermana pequeña Yao, lo elegí para ti. ¿no es bueno? Quieres…”
Antes de que terminara de hablar, vio a Yao Yao siendo llevada por dos hombres altos, quienes no estaba segura de dónde venían. Uno de ellos cortésmente dejo un mensaje, “La princesa Yao no está bien, disculpe”
La princesa Ning recordó que eran los guardaespaldas de Yao Yao. Repentinamente entendió todo, sacudió la cabeza y sonrió. Ella todavía se preocupó por nada.
Esa nina no estaba iluminada en lo que refiere a hombres y mujeres. Fue difícil encontrar un producto tan bueno que le permitiera entender los problemas sexu**. Resulto que ya estaba ocupada aprendiéndolo.
Era solo que Yao Yao es tan pequeña, y esas dos personas eran altas y musculosas. No sabía si podría soportarlo.
¿Tal vez debería haberle dado a la hermanita Yao algún tónico? La princesa Ning pensó.
Fin…
(NT: Si supiera como ya está entrenada por esos dos hombres)