Yo soy un Dios - Yo soy un Dios capitulo 1 : intentemoslo...una vez más.
-Oye Marcus, levántate. Vamos, levántate ya-
»Hmm» Escuchando la voz que lo llamaba, Marcus abrió los ojos con desgana.
Lo primero que entro en sus ojos fue un niño negro que constantemente lo empujaba. Inmediatamente sintió una ola de disgusto. -¿Que es lo que quieres? ¿No puedes dejarme dormir en paz?-
-Ni hablar, Todavía tienes que llevarme a la escuela. Si llego tarde de nuevo la maestra Maryeri me dejara parado contra la pared otra vez-
-Solo dejame dormir un poco mas, esta oscuro, no vez? Espera a que amanezca- Marcus empezo a poner escusas mientras refunfuñaba. Había trabajado hasta tarde, y lo último que quería era dormir menos de 12 horas seguidas.
El sonido de las cortinas corriendose.
Cuando la luz del día golpeó el rostro de Marcus simplemente no pudo mantenerse acostado. -Bien, Bien, tu ganas- Dijo frustrado.
-¿Ya te cambiaste? Espérame afuera, salgo en un momento-
Levantándose de mala gana, Marcus se cepillo los dientes y se cambio. Llevaba esa genial chaqueta negra que consiguió recientemente.
Caminando hacia el armario, retiro una tabla y saco una 9mm del hueco.
Anteriormente no nesecitaba esconderla, pero recordando el día en que Norman casualmente tomo la pistola y empezó a jugar a los disparos, solo pudo sudar frío.
-¿Ya desayunaste?-
-Claro-
-Andando-
. . .
La ciudad de Chicago, también conocida como la ciudad de los vientos. La más poblada del condado de Illinois. La cual se destaca por sus rascacielos y buena música.
Aunque claro, como todo buen lugar tiene sus defectos. Como los jodidos atascos.
Marcus maniobró entre las calles y callejones para seguir avanzando hacia la escuela. No fue hasta 10 minutos después que lograron llegar.
-Ve a casa después de la escuela, no se te ocurra pasarte de listo- Amenazó Marcus.
Mientras que Norman respondió a la ligera. -Si, claro-
Eso no fue nada convincente.
Negando con la cabeza, Marcus encendió la motocicleta y se apresuro a trabajar.
Cuando era muy pequeño, sus padres murieron. El no tenía edad para comprender lo que pasaba, así que no sabia como se sentía. Su tío fue el que se encargo de cuidarlo, y desde entonces vivió en su casa junto con su hijo pequeño, Norman.
Cuando Norman cumplió nueve años, su tío tambien murió…
Esta vez, Marcus no tenía adonde ir. No le quedaban mas familiares en la ciudad, y los que tenía se habían desentendido de ellos. Al final, no tuvo mas opción que abandonar la escuela y buscar trabajo, lo cual no resulto muy bien.
Los trabajos que conseguía terminaba dejándolos en una semana, o en un mes como mucho. No porque fuera un inútil o por su mala actitud. De hecho, la razones eran muy casuales, tanto que Marcus se preguntaba si había alguien saboteandolo.
Al final, solo quedo una cosa por hacer…
. . .
Luego de cruzar varias calles y desviarse muchas meces, Marcus finalmente llego a un almacén escondido en un lugar poco vistoso. Parándose frente a la puerta, hizo señales a una camara escondida a un lado. Poco después, la puerta se abría.
Un afroamericano con cabeza rapada le abrió la puerta, Marcus no dijo nada y solo se adentro en el lugar.
Había un par de hombres charlando junto a la puerta, se podría ver armas en sus cinturas. Marcus no le prestó atención y siguió avanzando.
Mientras caminaba, veía a las personas moverse de un lado a otro. Cargando paquetes o llevando mensajes, todos se ocupaban de lo suyo.
Así es cómo deben ser las cosas…
Llegando a la parte más profunda del almacén, estaba el área más importante del lugar.
Había largas filas de mesas alineadas en todos lados, encima de ellas había plantas algo pequeñas, las cuales eran iluminadas por lámparas ultravioleta.
Sip, era un invernadero de mariguana…
Sin prestar atención a su alrededor, Marcus camino directamente a una de las mesas, en ella estaba sentado un chico con trenzas y grandes anteojos.
Dandole un fuerte agarre en el hombro, Marcus dijo riendo. -Eh, ¿Que tal te va, JR?-
Mirandolo con disgusto, JR meneo la cabeza y musito. -Estoy trabajando, si no te molesta quisiera seguir con lo mio-
-No te pongas asi, hombre. Lo de anoche era broma, nada mas. Sabes que respeto lo tuyo con Niky-
-Ya, que mas da- Encogiendose de hombros, Jr respondio. -De todas maneras ella me rechazo, lo que esta bien tambien. Esas chicas duras son un dolor en el culo-
-Jaja, me tengo que ir, Luke quiere que lo ayude con el generador de emergencia- Habiendo dicho eso, Marcus se alejo con una sonrisa.
Si, puede que su vida no sea perfecta, talvez todo lo contrario. Pero el nunca dejo que nada lo amedrentara, era de las personas que lo afrontaban todo de frente con una actitud optimista. Talvez, por uso pudo ascender tan rapido en la pandilla.
Mientras que otros tenian que procesar, cargar y distribuir, el solo tenia que asegurarse de que todo saliera bien, y encima de todo cobraba diez veces lo que otros.
Puede que no vaya a lograr mucho en la vida, pero eso no significa que no lucharia por lo que quiere.
Y asi, el dia paso rapidamente…
. . .
Y en medio de la noche, el infierno comenzo…
¡Bam! ¡Bam! ¡Bam!
El sonido de disparos desperto a Marcus, quien dormia en una oficina. Levantandose rapidamente, corrio a la salida. Todo el mundo, que anteriormente parecia despreocupado, ahora corria de un lado a otro con miradas tensas.
-¡Marcus!-
Escuchando que alguien lo llamaba, Marcus miro a un lado. Un hombre de mediana edad se le acercaba con rostro severo. Entonces Marcus, pregunto. -¿Que esta pasando?-
-Son los Blood- Respondio el hombre con severidad. -Nos estan atacando, debemos evitar que lleguen aqui a toda costa-
-¿Que?- Marcus estaba alarmado.
-Escuchame chico- El hombre tomo a Marcu del cuello y le grito. -Ellos no vinieron aqui a jugar, si no tienes cuidado te meteran una bala en la cabeza. Asi que se ponte los pantalones, saca tu arma y mata a esos desgraciados- Habiendo dicho eso, el hombre levanto una escopeta y corrio a la salida.
¡Matar! Era una palabra en la que no pensaba amenudo, nunca habia pensado matar a otra persona. Con el rostro palido, Marcus apreto el agarre de su pistola y corrio a la salida tambien. El no era estupido, sabia que esta gente no vino a divertirse. Si se arriesgaron a venir hasta aqui es porque quieren matarlos a todos.
. . .
¡Bam! ¡Bam! !Bam!
-¡Maldita sea! han tomado la puerta-
-Esto no pinta bien-
Las balas llobian sobre ellos a montones, y la batalla se fue inclinando pococ a poco hacia los Blood. En menos de un minuto, tomaron la puerta. La banda solo pudo hacer fuego de covertura mientras se cubrian.
La batalla recien habia enpesado, y ya perdieron 5 hombres…
La ventaja de armamento fue claramente demarcada en el conflicto. Mientras la banda solo tenia 9mm y algunas Ak47, los Blood tenian ametralladoras con mucha mayor cadencia de fuego.
Poco a poco, fueron empujados has el invernadero…
Todo esto habia entrado en la vision de Marcus, y el solo podia apretar los dientes. Jr, su amigo desde siempre, estaba ahora bajo los pies de esos animales. Incluso el superior que lo habia ordenado alrededor estaba tirado a su lado.
Viendo todo esto, la vision de Marcus se puso roja…
Tumbando una mesa de metal, Marcus la uso como covertura, otros dos se le unieron rapidamente. Sin perder el tiempo, Marcus apunto su arma y disparo. Justo en ese momento uno de ellos cruzaba la puerta y recibio el tiro en el hombro. Sus amigos lo arrastraron fuera.
Entonces, dos Ak aparecieron a la vista…
Las balas volvieron a llover sobre ellos desde todos lados, una persona al lado de Marcus recibio un disparo y cayo al suelo. Marcus solo pudo apretar los dientes y esperar ese corto silencio de recarga.
30 Segundos despues, las balas pararon…
Rapidamente, Marcus y algunos otros se levantaron y tomaron represalias. Otro enemigo fue rapidamente avatido mientras que un pandillero con Ak fue herido por Marcus.
¡Bang!
Antes de que pudiera celebrar, una bala impacto su hombro…
Escondiendose rapidamente, Marcus gimio de dolor, tocando la herida, podia ver la sangre manchando sus ojos. Pero Marcus no tenia tiempo para eso, mirando por el rabillo del ojo, algunos enemigos comenzaron a rodearlos.
Marcus sintio un ormigueo cuando la adrenalina lleno su cuerpo. Sin tener en cuenta tu herida, se levanto y corrio como loco hacia la ultima barricada. La ultima persona trato de hacer lo mismo, pero tubo la mala suerte de coincidir con la recarga de las Ak.
Fue acribillado al instante…
Los aliados comenzaron el fuego de covertura rapidamente, permitiendo que Marcus llegara a salvo a la barricada.
Asustado por el cercano roze con la muerte, Marcus miro a su alrededor con ansiedad. Habia otros cuatro aliados junto a el, uno de ellos gravemente herido. Otro con un balazo en el brazo, y otros dos completamente bien.
Eran los ultimos que quedaban…
»Voy a morir aqui» Ese pensamiento aparecio en la mente de Marcus, y enfrio cada parte de su cuerpo, ahora estaba sorprendentemente calmado.
Se le habia olvidado el miedo…
Se le habia olvidado el dolor…
Solo levanto su arma, y disparo…
El del brazo herido logro acabar con otra Ak, pero fue fusilado en el acto. El grabemente herido perdio el conocimiento, y ahora solo quedaban Marcus y otros dos.
Con total ferocidad, Marcus levanto su arma y asesino a otro enemigo. Luego se cubrio detras de la mesa, su mirada estaba entumecida, ya habia olvidado la nocion del tiempo.
Cuando los enemigos paraban, el disparaba…
Cuando los enemigos disparaban, el se escondia…
Luego de repetidos intercambios de fuego, Marcus volio a esperar el momento de silencio. Y cuando ese momento llego, salio con toda confianza. Pero entonces, se topo con la cruda realidad.
El silencio fue solo una finta…
En el instante en que Marcus saco la cabeza, su cuerpo fue llenado de balas. Los enemigos eran implacables y no le dieron oportunidad de sobrevivir.
Con la sangre fluyendo por todo su cuerpo, con la vision borroza, y con una rigidez que atravezaba cada parte de su cuerpo, Marcus cayo al suelo. Solo miro junto al piso por unos instantes hasta que su vision se volviera negra.
Al final, Marcus murio sin entender nada…
Pero justo antes de que su consciencia se hundiera en la oscuridad, Marcus escucho una voz que le susurraba al oido.
-Tuviste tu oportunidad, ahora me toca a mi. Dejame intentarlo…una vez mas-