Alfa: Un Mundo Mágico Capitulo 55: SOSPECHA
CAPÍTULO 55
SOSPECHA
Perspectiva: Agis.
Villa Novuspes, Viemars 8 de Aprilis del 1576.
El festival de ejecuciones se extendió hasta el anochecer. Normalmente, este tipo de eventos durarían un par de días, considerando la cantidad de personas condenadas; sin embargo, debíamos irnos pronto en búsqueda de nuestro próximo objetivo, por lo que Katherine, como si se tratase de una “Santa Inquisidora”, no quería marcharse sin ver con sus propios ojos la muerte de cada uno de los culpables; con lo cual, optó por eliminar a todos en un solo día, uno tras otro sin parar hasta terminar.
Nadie se atrevió a cuestionar la decisión de Katherine, ni siquiera yo, de lo contrario, tendría que ver morir a esas personas durante varios días, lo que es aún peor. Por otro lado, nunca había considerado que la autoridad de una Santa fuera tan alta, hasta el punto en que grandes nobles, no tienen más remedio que obedecer; ahora entiendo que la posición de Santa no es una broma.
Con lo anteriormente dicho, por fin acabó ese terrible evento, ahora me encuentro con mis chicas en la mansión del Conde Seneca; pasaremos la noche aquí, y mañana nos marchamos temprano, puesto que nuestro siguiente objetivo podría moverse al enterarse de lo ocurrido en esta villa. Según Katherine y Leonora, este tipo de acontecimientos siempre pone en alerta máxima a los Extranjeros, por lo que una vez empiezas con la “caza”, debes actuar rápidamente hasta terminar con todos. No tengo experiencia en esta clase de “operaciones”, supongo que lo mejor es seguir el consejo de mis chicas, después de todo, ambas son expertas en esto.
Mientras pensaba en esas cosas, camino por los pasillos de la mansión rodeado de mis chicas. Al mismo tiempo, las mujeres hablan sobre las muertes de los traidores, como cuando sales de un cine y expresas tu opinión de la película; una situación simplemente surreal.
— Es la primera vez que he visto tantas ejecuciones en un solo día, ¿quién hubiera pensado que habría tantos traidores en una villa tan pequeña? —Leta lo dice en tono casual—
— El Imperio Caelum está en serios problemas, tiene una terrible plaga, ¿cómo puede haber tantos traidores y Extranjeros entre los humanos? —Leonora cuestiona en tono molesto—
— Mmm… creo que esto se debe a alguna especie de compatibilidad racial, —interviene Aurora— después de todo, la mayoría de Extranjeros provienen de mundos donde predomina la humanidad, por eso los humanos tienen el mayor índice de Extranjeros del mundo.
— ¡Oigan! No quiero escuchar esa tontería de que su raza es mejor porque hay menos traidores y Extranjeros, —habla Katherine con el ceño fruncido— mi mentora me dijo que al final de cuentas la proporción es la misma, así que no hagan especulaciones —dice esto mientras lanza una mirada aguda a Aurora—.
— Lo siento, es solo que nunca había visto tantos, jejejeje —Aurora ríe con vergüenza—
— Ya no hablemos más de eso, —interrumpo la charla— estoy cansado, hoy fue un largo día, quiero dormir —luego de estas palabras, camino a mi habitación.
— ¡Agis! ¡Espera! —Katherine me alcanza y abraza con pasión— Sé que hoy no fue un buen día para ti, estás estresado y quieres estar solo, pero puedo ayudarte a sentirte relajado, te aseguro que lo pasarás muy bien… — lo dice en tono provocativo, al tiempo que se pega a mí seductoramente— además, tengo una sorpresa preparada solo para ti —me tienta con un rostro confiado—.
— Mmm…
Observo a la osada Katherine con los ojos entrecerrados. Aunque esta chica siempre ha sido impetuosa, considerando su expresión ansiosa, y el vano intento de resaltar los atributos de su cuerpo con su poca sugestiva y extremadamente holgada túnica de monja, demuestra que se encuentra muy deseosa de pasar la noche conmigo. Muevo mi vista a las demás, y noto su actitud incómoda e insatisfecha; sin duda, Katherine las ha coaccionado de alguna forma, de lo contrario, ya hubieran intervenido y ahora mismo estarían protestando para evitar esta situación.
— Vas a olvidar todo lo malo y estarás renovado, no te arrepentirás… —lo dice con una sonrisa cautivadora mientras acaricia mi pecho—
Cuando dije que estaba cansado, fue en un sentido mental, después de todo, ¿cómo podría cansarme cuando existen toda clase de hechizos? Por otro lado, no puedo negarme a la propuesta de Katherine, de lo contrario, estará molesta conmigo durante varios días, y no dudará en recordármelo diariamente para reprocharme; adicionalmente, ¿qué clase de hombre se negaría a pasar la noche con una mujer tan hermosa como Katherine? Tampoco puedo ignorar el hecho de que, sin importar la raza, las mujeres de Alfa no toleran el rechazo.
— De acuerdo… —le sonrió amablemente— quiero estar con mi chica especial y dejar a un lado todo lo demás, —hablo con tono animado— y por supuesto, quiero ver qué clase de sorpresa me has preparado —la beso suavemente en los labios—.
— Fufufufu — ríe alegremente— claro que sí, te encantará, ¡vamos!
Katherine me toma del brazo con la intención de llevarme rápidamente a su habitación; naturalmente, no me resisto y me dejo guiar, no sin antes despedirme de las otras chicas.
Al cabo de unos segundos, llegamos y entramos; tan pronto como se cierra la puerta, se abalanza sobre mí y me besa apasionadamente, así mismo, empieza a quitarme la camisa con rudeza, luego, me lleva hasta la cama y me empuja sobre ella.
— Agis, tengo algo que debo confesarte… —empieza a quitarme los pantalones— cuando ordené la ejecución de todas esas personas, me excité un poco pensando que con cada muerte, el mundo es un poco más limpio… —pronuncia estas palabras con tono exaltado y luego comienza a desvestirse— sé que eso no te gustó, y seguramente debes pensar que soy una mujer malvada, ¿verdad? —completamente desnuda, se lanza sobre mí—
Solo puedo permanecer en silencio a su pregunta. No voy a engañarme, en el fondo creo que Katherine es una mujer perversa; pero de todas formas la amo, e intento ver el lado bueno de las cosas, en este caso, ella es como esas villanas de película, hermosa, sexi y malvada; sin olvidar que ahora mismo estoy muy excitado y el escultural cuerpo desnudo de esta mujer hace que mi coeficiente intelectual caiga en picado.
— Está bien Agis, no te preocupes, no tienes que responder… —me besa apasionadamente una vez más— ¿y sabes qué? Estoy dispuesta a pagar por mis malas acciones, así que puedes tratarme rudo y hacer lo que quieras conmigo, —se sienta sobre mi regazo— soy tu mujer, este cuerpo te pertenece —dice eso mientras sonríe y masajea sus pechos—.
Ante tal declaración de semejante mujer, ningún hombre podría resistirse. Naturalmente, la tomo por los brazos y la acuesto en la cama por la fuerza, luego la beso por todas partes. Katherine comienza a gemir con placer, y empieza a acariciar mi cuerpo con sus suaves manos. Después de unos minutos, ella procede a hacerme una felación sin pudor alguno. Posteriormente, se posiciona en el centro de la cama, abre las piernas de par en par, entonces lamo su va*gi**na húmeda y desprovista de bello púbico durante un tiempo. Habiendo terminado el preámbulo, me preparo para penetrarla, sin embargo, antes de hacerlo, ella interpone su mano, y me mira con un rostro encantador.
— ¿Estás listo para recibir tu sorpresa? —me pregunta con tono seductor—
— ¿cuál es la sorpresa? —la cuestiono sin pensarlo mucho—
— Fufufufu… —ríe cautivadoramente y retira la mano de su va*gi**na— a partir de ahora, puedes disfrutar nuevamente la sensación de romper mi himen… —lo dice con expresión fascinada al tiempo que abre los pliegues de su va*gi**na con los dedos—
— ¿Qué? —me quedo estupefacto ante su respuesta—
— No preguntes y solo disfruta, así que mételo, ya no aguanto más, tengo muchas ganas… —lo dice con un poco de frustración y rostro de súplica—
Cualquier duda sobre el cómo y porque, son enviadas al fondo de mi mente, y decido simplemente seguir adelante, después de todo, ver a Katherine en esa posición tan erótica, no me permite pensar en nada más.
Sin dudar introduzco mi pene, ella grita de placer, y justo como había dicho, un poco de sangre emana de su va*gi**na; tal vista me sorprende y excita en igual proporción, por lo que continúo penetrándola, esta vez con más ímpetu, a lo que ella sigue gritando con más fuerza.
Hicimos el amor varias veces a lo largo de unas dos o tres horas, por lo que decidimos tomar un corto descanso; evidentemente, cada vez eyaculaba en su interior, y ella regeneraba su himen, por lo que las sabanas de la cama se encuentran manchadas de sangre. Ahora mismo tengo a Katherine entre mis brazos, mientras sonríe con satisfacción.
— Agis, ¿te gustó? —me pregunta en tono provocativo—
— Por supuesto, fue increíble… —respondo con voz animada y le doy un beso—
— A mí también me gustó, siento que cada relación es única —habla con una expresión de felicidad—.
— Puedes… ya sabes… hacerlo gracias a tu don, ¿verdad? —le pregunto con curiosidad.
— Si…
— No sabía que eso fuera posible, pero… ¿Por qué lo hiciste hasta ahora? —la cuestiono nuevamente—
— Realmente no me percaté de eso hasta hace poco… —lo dice en tono casual—
— ¿Qué? —me muestro sorprendido— ¿cómo es eso? Deberías saber bien los límites de tu poder.
— Jejejejejejeje… —ríe con gracia— lo sé, es solo que no me había preocupado por ese tipo de cosas, y en los entrenamientos no te enseñan sobre eso, ¿sabes? —me mira con una expresión de diversión—
— ¿Entonces como fue que lo descubriste?
— Fue en la pelea contra esas perras traidoras… —hace una pausa— una de ellas usaba una escopeta, me disparó varias veces y destrozó toda esta parte de mi cuerpo… —señala su estómago, vientre y va*gi**na— por supuesto, no fue gran cosa, simplemente me regeneré y la derroté, pero mientras te estaba esperando y preparábamos todo para el ritual, sentí mi va*gi**na un poco diferente… pensé que no me había regenerado al cien porciento, así que no le presté importancia, pero cuando llegamos a la villa y revisé mi cuerpo, me di cuenta de que había regenerado mi himen —relata la historia casualmente—.
Nunca imaginé que el don de Katherine podría hacer eso; quiero decir, cuando hablas del poder de la regeneración e inmortalidad, no sueles pensar en ese tipo de cosas, pero sorprendentemente, no hay área que la magia y los dones no puedan cubrir.
Por otro lado, regenerar el himen no implica que ella sea virgen otra vez, al fin de cuentas, Katherine ya tiene experiencia sexual. Incluso si borra su memoria, todavía no cuenta, ya que, en Alfa, la virginidad no aplica únicamente en un sentido físico, también se producen alteraciones mentales y espirituales. Hace un tiempo Leonora me explicó qué, sea hombre o mujer, no se puede recuperar la virginidad de ningún modo, ya que, al parecer, el alma cambia permanentemente, y se establecen nuevos patrones mentales, esto es posible comprobarlo fácilmente con Artefactos Mágicos; con lo cual, para una mujer, es imposible volver a ser virgen mediante simples trucos como borrar o alterar la memoria y regenerar el himen; en definitiva, una vez la pierdes, jamás la recuperas.
— Ya veo… —digo esto y asiento en entendimiento— ¿te dolieron mucho los disparos?
— Solo un poco, ya te dije que no fue nada, no te preocupes por eso —habla en tono tranquilo—.
— Bueno, ahora conoces un nuevo aspecto de tu don… —me muestro optimista—
— ¡Sí! —sonríe brillantemente— de ahora en adelante vamos a hacerlo así siempre… —lo dice con alegría—
— ¿No te molesta el dolor y la sangre?
— No, el placer es mucho mayor… —lo dice con confianza—
— ¿Sabes si eso tiene efectos secundarios? —la cuestiono con precaución— No sé, tal vez te afecte a largo plazo.
— No lo creo… —responde sin dudar— los Dones Divinos nunca son malos, y ya estoy sufriendo los efectos secundarios, si se agrega otro, entonces tendría que maldecir a los Dioses por eso —realiza una expresión hosca—.
A pesar de que Katherine es una Santa, tiene poca fe en los seis dioses. No es que no crea en su existencia y en los milagros, simplemente, piensa que ellos han abandonado al mundo hace mucho tiempo, por lo que, desde su perspectiva, rezar y rendir culto a los dioses es una completa pérdida de tiempo, dinero y esfuerzos; adicionalmente, detesta profundamente a los creyentes y miembros de la Iglesia de la Diosa de la Luna, Fenicia; según ella, solo saben pedir, holgazanear y molestar, por lo que evita en la medida de lo posible interactuar con cualquiera de ellos.
— De todas formas, deberías asegurarte de que hacer eso no te afectará de algún modo… —le advierto con preocupación—
— Agis… hace un momento dijiste que fue increíble, ¿estabas mintiendo? ¿Acaso te desagrada hacerlo así? —me cuestiona con tono triste y mirada acusadora—
— ¡No! Claro que no, —niego con vehemencia— es solo que me preocupa que después pueda ocurrir algo con tu cuerpo… —hago una pausa— tal vez no sé… —me muestro pensativo— hacer eso te impida tener hijos o algo así.
— Te preocupas demasiado Agis… —lo dice con reproche— ¿y sabes qué?, creo que también puedo hacerlo en las demás… —me mira con picardía—
— Vaya… —solo puedo quedarme atónito—
— Fufufufufu…. —ríe con expresión de triunfo— estoy seguro, las demás estarán encantadas, deberías felicitarme y disfrutarlo, en lugar de cuestionarme… —se muestra mal humorada—
— Bueno… es solo que es posible que tu don no funcione bien… —hablo con un poco de timidez—
— Mm… ¿De qué hablas? —me cuestiona con los ojos entrecerrados—
— Pues…
Explico a Katherine con lujo de detalles que, debido al Diamamentun, los efectos de la Sangre de la Inmortalidad desaparecieron durante unos segundos en la pelea contra Kim Hak-Kun; así mismo, expreso mi preocupación sobre su estilo de combate descuidado, el cómo depende demasiado de su don, y la posibilidad de que sus poderes dejen de funcionar en un momento crítico.
— Jajajajajajaja… —ella ríe como si le hubiera contado un chiste muy gracioso— Agis, sé que no crees en los dioses, pero estás subestimando demasiado el poder de los dones… —realiza una expresión de desaprobación— en primer lugar, un Don Divino solo puede ser negado por otro Don Divino… —explica en tono serio— la alternativa es debilitarlos o contrarrestarlos, e incluso eso tiene un límite… —hace una pausa— en segundo lugar, aunque la Sangre de la inmortalidad me permite compartir mi don, su principal función es mantener con vida al usuario sin importar las circunstancias, por lo que incluso si ese Extranjero bastardo te hubiera volado la cabeza, no hubieras muerto… —dice eso mientras me mira a los ojos— aunque eso sería muy doloroso. Por último, no importa cuan puro sea el Diamamentun, jamás podría anular los efectos de un Don Divino. Así que, en conclusión, no tienes que preocuparte por ese tipo de cosas —habla con confianza—.
— ¿Ya lo has comprobado? —la cuestiono incrédulo—
— Por supuesto… —asiente con seguridad— durante mi entrenamiento, me hicieron todo tipo de pruebas para comprobar mi inmortalidad, incluso usaron hechizos, Artefactos y Objetos Mágicos para sellar, debilitar y contrarrestar mi don, pero al final, nada funcionó —su rostro demuestra certeza absoluta—. Agis, los dones divinos exceden el sentido común, ¿entiendes? Son un milagro, no es posible comprenderlos, recrearlos o copiarlos… —lo dice con un tono filosófico— mi mentora me dijo que solo existen tres formas en las que puedo morir; de vejez, por mi propia voluntad, sin ninguna intervención externa, y por último, al recibir un Juicio Divino —las cuenta con los dedos de su mano—.
— Ya veo… —me muestro aliviado—
Existen toda clase de “teorías de la conspiración” sobre como sería posible matar a Katherine. Había escuchado cosas como: desintegrar cada célula de su cuerpo; atacarla con un hechizo o habilidad específica; utilizar armas o Artefactos Mágicos altamente destructivos; e incluso emplear diversos venenos y compuestos alquímicos. Nunca creí que alguno de esos métodos pudiera ser efectivo, sin embargo, la duda siempre persistía en el fondo de mi mente: ¿y si uno de esos funciona? Entonces realmente podría morir, considerando su descuidado estilo de pelea; sin embargo, ahora entiendo por qué ella nunca se preocupa por eso, supongo que estaba siendo un poco paranoico al respecto. Ahora ya no debo preocuparme, después de todo, Katherine todavía es joven, tiene muchos años por delante, no tiene motivos para suicidarse, y es virtualmente imposible que haga algo tan loco como para recibir un supuesto “Juicio Divino”.
— ¿Pensaste que mi don tenía alguna debilidad estúpida? ¿Acaso creíste en las cosas que dice la gente idiota? —me cuestiona con gracia—
— Bueno yo… —intento pensar en alguna excusa—
— Jajajajajajajajaja… —se burla de mí— no seas tonto, no hay forma en la que pueda morir fácilmente, no por nada soy la Santa Inmortal… —realiza una expresión de orgullo— así que no te preocupes, me quedaré a tu lado para siempre, definitivamente no hay nada que pueda separarnos, ¿entiendes? —pone su mano en mi mejilla— te prometo que incluso te acompañaré al paraíso… —me da un beso apasionado—
Respondiendo a su declaración, correspondo su beso, y continuamos besándonos y acariciándonos durante varios minutos. Con tal ambiente, junto a la excitación producto del contacto físico, hicimos el amor nuevamente.
◇◇◇
Perspectiva: Agente Nro. 4786.
Villa Novuspes, Sexteris 9 de Aprilis del 1576.
Agentes, individuos altamente entrenados en toda clase de artes, especialmente en el sigilo, espionaje e infiltración. Existen de dos tipos, aquellos que deciden convertirse en uno, y los que son obligados a hacerlo; no obstante, ser obligado no implica algo necesariamente malo, o al menos, eso es lo que prefiero creer.
No tengo padres, ni familia de ningún tipo, ya sean abuelos, tíos o hermanos, soy un fantasma. El Imperio Caelum me crio para convertirme en un Agente al servicio del Emperador. Mis funciones son muy variadas y peligrosas, desde espiar a nobles y funcionarios corruptos, llevar a cabo asesinatos, explorar lugares sospechosos, investigar el paradero de Extranjeros, por mencionar algunas.
Soy uno de muchos niños abandonados o, en su defecto, huérfanos que perdieron a sus padres por bandidos, monstruos o alguna otra situación. Mi situación no se debe a que el Imperio me haya secuestrado por alguna razón turbia, el motivo es muy simple; mi madre era una prostituta que se dejó embarazar de algún hombre al azar, con la esperanza de convertirse en su concubina y retirarse de la prostitución, sin embargo, el hombre la rechazó y su plan fracasó; incapaz de cuidarme y no queriendo abortar, me abandonó en un orfanato. Posteriormente, fui seleccionado y obligado a convertirme en un Agente; ahora formo parte del lado oscuro de la sociedad, o como otros suelen decir, la Sombra del Imperio.
No maldigo mi suerte, simplemente he aceptado la realidad tal como es; de hecho, estoy un poco agradecido con el Imperio, ya que me acogieron, educaron y otorgaron un propósito, de lo contrario, ahora mismo estaría vagando sin sentido por las calles de la capital; dicho de otro modo, me dieron la oportunidad de cambiar mi destino.
Cuando te conviertes en un Agente, debes abandonar tu nombre, en cambio, recibes un número; el mío es 4786, no es un número al azar, es un “sutil” recordatorio de que hubo otros 4785 antes que yo y, evidentemente, hay más después de mí. Cualquiera pensaría que es un método de despersonalizar a los practicantes de esta sombría profesión, sin embargo, como nunca tuve un nombre para empezar, supongo que está bien; además, se trata de un sistema de gestión enfocado en el anonimato, y así es más fácil adoptar cualquier alias o nombre temporal para alguna misión.
El Emperador me ordenó servir a una mujer intrigante llamada Ania II, la Líder Espiritual de la Iglesia de la Diosa de la Luna, Fenicia, la cual me ha encomendado la misión de monitorear el comportamiento de Agis Jardiel, y reportar cualquier actitud sospechosa. Llevar a cabo esta tarea me molesta un poco y supone un desperdicio de recursos, después de todo, no he entrenado tan duro solo para hacer esto.
He seguido todos los movimientos de Agis, desde que salió de la Capital hace unos días. Debo admitir que desde una perspectiva positiva, esta es una misión muy sencilla, por lo que podría considerarla como unas cortas vacaciones para viajar y divertirme por todo el Imperio. No obstante, vigilar a Agis resulta un poco exasperante, puesto que no para de coquetear con sus mujeres en cada momento posible; como un Agente centrado y experimentado, tal cosa no es un problema, pero también soy un hombre, por lo que lastima la vista observar a este tipo ser atendido por hermosas mujeres mientras hace turismo.
Observar la vida feliz de Agis, ha despertado en mí la idea de jubilarme y tener una familia. Actualmente, no tengo esposa ni hijos debido a políticas laborales, después de todo, una familia exige tiempo y dedicación, lo que choca directamente con lo que implica ser un Agente; si logro sobrevivir el tiempo suficiente como para retirarme, una buena vida me espera; el Emperador promete una casa, una jugosa pensión vitalicia, la opción de elegir a las mujeres que quiera como esposas, y dependiendo de los logros, es posible recibir recompensas adicionales como títulos nobiliarios y tierras para gobernar.
En este momento, Agis se encuentra teniendo se*xo rudo con la Santa Katherine. Ver esta escena erótica es muy estimulante, me hace desear la compañía de una bella mujer. Ya que no disfruto del voyerismo, y conociendo lo pervertida que es esa mujer, seguramente lo harán hasta el amanecer; adicionalmente, ya escuché la conversación anterior, por lo que no hay nada que valga la pena reportar. Salgo sigilosamente de la habitación y activo el hechizo [Reloj], aparece una pantalla semitransparente indicando la hora, [01:12], la noche es joven.
Sabiendo que Agis y sus mujeres se marcharán dentro de unas horas, decido aprovechar esta oportunidad para visitar por primera y última vez el burdel de esta villa, ver que tal están las mujeres, liberar la presión y, si es posible, divertirme un poco. Aunque estoy de servicio, como dije, esta misión es una broma, por lo que no hay ningún problema en dejar a este tipo a sus anchas por un tiempo; además, él es más fuerte que yo, incluso si quiere hacer alguna locura, no podría detenerlo.
Contrariamente a lo que se podría pensar, recibo un salario bastante alto, y aunque no tengo demasiados días libres, cuando es posible, suelo gastar mi dinero en comida deliciosa, alcohol y mujeres; no vale la pena ahorrar o hacer inversiones, ya que podría morir en alguna misión peligrosa, por lo que lo mejor es disfrutar del ahora mientras pueda.
Mientras me dirijo al burdel, recuerdo que aún no he enviado el reporte diario, en consecuencia, busco un lugar seguro, saco la Terminal del [Almacenamiento], agrego lo último sucedido en el archivo y lo envío a la Líder Espiritual Ania II; luego de eso, continúo mi camino.
Como Agente, tengo acceso a Artefactos y Objetos Mágicos de última generación; entre estos, se encuentra la Terminal, que es esencialmente una supercomputadora portátil, la cual posee infinidad de usos y aplicaciones, adicionalmente, es posible portarla en el antebrazo y operarla como una tableta táctil convencional. Naturalmente, no es la única pieza de tecnología mágica a mi disposición; entre el equipo más importante, cuento con el Nano Traje de Vinculación Neuronal Mark VII, una proeza técnica que potencia varias veces mis habilidades físicas y mágicas, proporciona asistencia en el sigilo, se adapta rápidamente a cualquier ambiente peligroso, entre muchas más funciones; también debo mencionar la Pulsera de Encubrimiento, un Objeto Mágico que dificulta que sea detectado por medio de hechizos, dones y habilidades, e incluso esta capacidad se transfiere a mis hechizos, por lo que puedo activarlos secretamente sin que otros se percaten de ello.
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Es una pena que el mundo se encuentre estancado en la era antigua, privado de toda la tecnología mágica que permitiría a nuestra civilización trascender hasta alturas inimaginables. No obstante, el Emperador está integrando poco a poco los nuevos descubrimientos, por lo que esta situación se revertirá con el tiempo. Reflexionando sobre ello, es irónico que la llegada de los Extranjeros trajera el progreso y a su vez, esta extraña combinación de alta tecnología y un sencillo estilo de vida. Caminando por las rústicas calles de esta villa, al compararlas con la Capital Imperial, a veces pienso que he viajado en el tiempo, ya que la diferencia están grande como el cielo y la tierra.
Al cabo de unos minutos, llego a una casa de aspecto simple, en el centro de la fachada, cuelga un letrero con un encantamiento fluorescente, no tiene palabras escritas, solo un rústico dibujo de una mujer esbelta; me acerco a la vieja puerta y golpeo dos veces produciendo un sonido metálico.
— ¡Que! —un hombre fornido abre la puerta con tono rudo—
— Déjame entrar… —le hablo casualmente—
— ¿Armas? —pregunta mientras me observa de pies a cabeza—
— No hay… —digo esto mientras levanto mis manos en señal de rendición—
Ahora mismo tengo un atuendo sencillo para pasar desapercibido, y mezclarme como un visitante más de esta villa olvidada por los seis Dioses. Evidentemente, las armas y equipos se encuentran en mí [Almacenamiento], de lo contrario, llamaría la atención e incluso algunos pensarían que soy un Extranjero debido a que son Artefactos y Objetos demasiado avanzados. Por otro lado, la prohibición de portar armas en estos establecimientos, no es una medida de seguridad, puesto que, podría lanzar un hechizo o activar una habilidad en cualquier momento, por tanto, es una vieja costumbre para indicar que no tienes la intención de causar problemas.
— Bien… —se hace a un lado para dejarme entrar—
— Gracias… —ingreso sin vacilación—
A simple vista, no es diferente de un convencional bar de mala muerte, el interior se encuentra tenuemente iluminado con luz azul, un par de hombres tocan música animada con piano y guitarra en una tarima; hay varias sillas y mesas en las que hay algunos hombres acompañados por mujeres, bebiendo y charlando felizmente; a pesar de la hora, los burdeles abren desde la tarde noche y cierran al amanecer. Rápidamente, ocupo una mesa vacía y observo a las mujeres disponibles esta noche; desafortunadamente, ninguna me parece realmente atractiva, ni despierta en mí algún sentimiento de excitación, a pesar de sus atuendos reveladores; no hay presencia de elfas, hadas, sirenas, demonios o alguna otra raza a excepción de la humana, en verdad, es una pena, pero es lo que se puede esperar de una villa remota y poco desarrollada.
Aunque soy de raza humana, cuando se trata de pasar tiempo de calidad con una mujer, me gustaría que fuera de una raza diferente, quiero decir, hay prostitutas humanas por pilas, hasta el punto en que esta profesión podría ser exclusiva de la humanidad; no obstante, como un hombre veterano, sabio, con experiencia y que ha viajado a otros continentes, he tenido la oportunidad de visitar burdeles de elfas, hadas, mujeres bestia, Gelum, sirenas e incluso gigantes; por lo que en este momento de mi vida, con más de 70 años, estoy un poco cansado de acostarme con humanas, prefiero la variedad y lo exótico; en esta ocasión, no tengo más remedio que conformarme con la que me parezca menos fea.
— Hola guapo, ¿qué quieres beber? —una mujer me habla en tono seductor—
— Una cerveza, por favor… —lo digo con una amable sonrisa—
— Ya te la traigo… —dice eso y se despide con un beso a la distancia—
Pasados unos segundos, vuelve con un tarro de cerveza, lo pone sobre la mesa, toma asiento a mi lado, y se queda observándome provocativamente.
— Te ves muy fuerte… —pone sus manos sobre mi brazo— ¿Puedo quedarme a beber contigo?
La actitud de esa mujer es típica de las desesperadas, ya sea por la falta de dinero porque no ha atendido muchos clientes últimamente, o se encuentra muy excitada y quiere hacerlo con alguien; a veces es un poco de ambos. Para su mala suerte, no me parece atractiva en lo absoluto, así que es un desperdicio de esfuerzo. La rechazo sutilmente, pero ella no se rinde e intenta convencerme con palabras vulgares de que me acueste con ella, pero eso no va a pasar; al final, ella se marcha visiblemente molesta.
Bebo la cerveza lentamente, al tiempo que observo detalladamente a cada una de las mujeres, sopesando cuál es mejor o peor estéticamente. Después de unos minutos, decido llamar a una bastante joven, de piel blanca, cabello corto de color azul, ojos violetas, y por supuesto, con un buen cuerpo para alguien que se acuesta todas las noches con varios hombres; en general, la califico como una un poco por debajo del promedio, pero bastante aceptable, considerando que me encuentro en una pequeña villa.
— Me llamaste, cariño… —me habla con familiaridad mientras sonríe coquetamente—
— Sí, te vi y me enamoré de ti… —digo eso casualmente mientras le toco el trasero con confianza—
— ¿En serio? Entonces nos divertiremos juntos esta noche, ¿cierto? —no se molesta por mi acción y me cuestiona con anticipación—
— Por supuesto, solo déjame terminar esta cerveza… —levanto mi vaso— si quieres pide una para ti también, yo invito.
— Jejejeje… —ríe felizmente— eres muy lindo, tomaré tu oferta… —se marcha a traer su cerveza—
Regresa luego de unos minutos, sin embargo, en lugar de traer un tarro de cerveza, son tres, después, se sienta sobre mi regazo como si fuera algo natural. Lo esperaba, esta mujer aprovecha la oportunidad para hacerme gastar más dinero en bebidas, ya que así obtiene una pequeña comisión, fuera de lo que gana al vender su cuerpo; esta acción no me importa en lo más mínimo, al fin de cuentas, tengo dinero de sobra para el despilfarro.
— Mi nombre es Johanna, ¿Cuál es el tuyo? —se presenta con simpleza—
— Mauro… —pronuncio el primer nombre que me viene a la cabeza—
— Mauro… —repite mi nombre— me encanta, pero esta es la primera vez que te veo, no eres de por aquí, ¿cierto? —lo dice con curiosidad—
— No, soy de la capital…
— ¡Oh! ¡Increíble! ¿Qué tal es la capital? — se muestra sorprendida y me pregunta alegremente—
— Es tan hermosa como tú… —lo digo con coquetería—
— Jejejejejeje… Ya veo… —sonríe muy animada— ¿supongo que viniste a esta pequeña villa por las ejecuciones, o fue algo más?
— Mmmm… —me muestro pensativo— podría decirse… —le sigo el juego—
— ¿Trabajas de reportero o algo así? De otro modo, nadie vendría desde la capital a esta villa tan lejana.
— Así es… —bebo un sorbo de mi cerveza—
— ¡Oh! ¿Entonces estás haciendo un reportaje sobre las ejecuciones que hizo la Santa? ¿La conociste en persona? —me cuestiona con entusiasmo—
— No hablé con ella, pero pude estar en su presencia… —lo digo como si no fuera gran cosa—
— ¡En serio! Háblame de como es la Santa en persona… —lo dice muy emocionada—
— Bueno, pues la Santa es… —empiezo a hablar cosas al azar sobre la Santa Katherine en tono misterioso—
La Santa Katherine tiene una popularidad extremadamente alta entre los plebeyos, hasta el punto en que es conocida en todo el mundo; la principal razón proviene de la excelente campaña publicitaria que llevó a cabo la Líder Espiritual Ania II, obligando a la Santa a curar de forma gratuita a cientos de personas; eso sin duda ganó el corazón de las mazas. Luego la mandó a matar Extranjeros con un entrenamiento limitado, lo que llevó a la Santa a sufrir la muerte innumerables veces; no obstante, esto la hizo más famosa, convirtiéndola en la Santa Inmortal. Ahora ya no solo es popular entre la plebe, también lo es entre los nobles y demás personas poderosas, ya sea porque temen, envidian o, en su defecto, codician su poder, pero, ¿Quién puede culparlos? Yo también quisiera ser inmortal.
Sumado a todo lo anterior, el hecho de que es portadora de dos Dones Divinos, un raro acontecimiento, como resultado, la Santa posee un estatus pseudo divino para la gente común, por lo que han comenzado a esparcirse falsos rumores de que tiene un “Aura Divina” y, si tienes contacto con ella, recibirás una pequeña bendición de la Diosa Fenicia, y cosas así.
La alta reputación de la Santa Katherine, se debe en gran parte a la Líder Espiritual Ania II y sus maquinaciones, por eso pienso que es una mujer intrigante. Esperaba que mis últimos años como Agente fueran tranquilos, pero ahora que le sirvo a ella, no sé qué tipo de cosas me ordene hacer; en ese sentido, es mejor trabajar para el Emperador, puesto que su línea de pensamiento es muy simple, velar por el Imperio; en cambio, la Líder Ania II es un poco impredecible, aunque suele afirmar que todo lo que hace es por el bien de Alfa, pero es difícil saber a qué se refiere con eso exactamente.
Después de hablar durante varios minutos sobre lo maravillosa que es la Santa, puedo decir que “Johanna” es una fiel devota de la Iglesia de la Luna y la Santa Katherine, algo irónico, cuanto menos, considerando su profesión actual. Si tan creyente es, debió ser una monja en lugar de prostituta, sin embargo, ¿quién soy yo para cuestionar eso? Cada quien tiene sus circunstancias, de otro modo, yo tampoco estaría aquí.
— Y… —interrumpe mi charla— ¿Sabes quienes eran las otras personas que estaban junto a la Santa durante las ejecuciones?
— Oh, era el Ilustre Señor Agis Jardiel, un Aventurero de rango Élite, y sus esposas. —le respondo con formalidad—
— Ya veo… —asiente— nunca había visto a un hombre con esposas de diferentes razas… —comenta casualmente—
No cabe duda que esta mujer es bastante ignorante, no sabe quién es Agis Jardiel aunque es alguien bastante conocido por sus proezas de fuerza; pero bueno, supongo que esto es lo que se puede esperar de este tipo de mujeres, no por nada están como están.
— Bueno, el Ilustre Señor Jardiel es un hombre excepcional, es natural que esté rodeado de ese tipo de mujeres… —doy mi opinión sincera—
— Recuerdo que había una Gelum muy bonita a su lado, ¿no crees que me parezco a ella? —me pregunta mientras hace énfasis en su rostro y cabello—
¡Esta mujer! Realmente tiene agallas en compararse con la Princesa del Imperio Ferruarum. Francamente, la única semejanza que tienen es que ambas tienen el cabello y ojos del mismo color, fuera de eso, no hay nada que valga la pena comparar. La Princesa de Hielo es extremadamente hermosa, sumado a ello su exótica raza Gelum, eleva su belleza unos cuantos niveles; en definitiva, se encuentra en una liga completamente diferente de las mujeres plebeyas e incluso otras nobles.
— Por supuesto… —asiento con una sonrisa— eres tan hermosa como ella, ¿por qué crees que te llamé? —miento sin una pizca de remordimiento—
— Jejejejejeje… —ríe alegremente— tienes buenos ojos, nadie a aquí cree que me parezco a ella, ¿no te parece que están ciegos?
— Deben estar mal de la cabeza, o su sentido de la belleza está arruinado —lo digo con convicción—.
Hablando de belleza, me recuerda la charla que tuvo Agis Jardiel con el Extranjero antes de que lo asesinara. Aunque me fue imposible escuchar debido a la barrera de [Silencio], estoy entrenado para leer los labios, por lo que pude entender con bastante certeza todo lo que dijeron. Estoy seguro de que el Extranjero mencionó algo como que las mujeres de este mundo son muy bellas, una afirmación realmente estúpida, porque yo no veo donde están esas bellezas, de otro modo, no estaría aquí quejándome de tener que acostarme con esta prostituta por debajo del promedio. No obstante, si lo pienso un poco, eso significa que el estándar de belleza de la “Tierra” debe ser espantosamente bajo; si ese es el caso, entonces es perfectamente normal que los Extranjeros sean tan locos, pues yo también perdería la cabeza en un mundo así.
— ¿Verdad que sí? Esas putas solo me tienen envidia, después de todo, soy la más hermosa de este negocio, ¡No! ¡De esta villa! —lo dice con absoluta seguridad—
— No tengo la menor duda, ¡brindemos por eso! —sigo la corriente—
Johanna y yo hablamos y bebimos un poco más hasta terminar las cervezas, luego fuimos a tener se*xo hasta el amanecer. A pesar de que ella intentó darme el mejor servicio que podía ofrecer, la verdad quedé algo insatisfecho, pues su va*gi**na estaba muy floja, lo que me hizo pensar que para que terminara así, debió acostarse con una tremenda cantidad de hombres; adicionalmente, me sentí desmotivado, ya que no paraba de alardear su parecido con la Princesa de Hielo, lo que mató mi pasión al compararlas; también pensaba: Agis Jardiel puede acostarse con una Princesa, mientras que yo lo hago con una put@ barata que dice parecerse a una, en verdad, ¿cuán bajo he caído? O más bien, ¿no es injusto? De cualquier modo, pude liberar un poco de presión, así que supongo que no estuvo del todo mal, y lo compensaré más adelante cuando regrese a la Capital, teniendo se*xo con una verdadera prostituta de alto nivel.
Aun con esa agridulce experiencia, le pagué a la mujer dos Reales, regresé a la mansión del noble para vigilar a Agis nuevamente. Aunque no he descansado en las últimas 30 horas, me encuentro perfectamente bien, pues estoy entrenado para resistir el cansancio por mucho tiempo, además, cuento con diversas drogas para mantenerme activo y enérgico de ser necesario; esto es lo mínimo requerido para participar en una misión de espionaje.
◇◇◇
Son alrededor de las 11 AM, actualmente, me encuentro acostado sobre el techo del carruaje de Agis, escuchando su conversación con sus mujeres, sobre como van a tratar con el siguiente objetivo, al tiempo que observo las nubes en el cielo con rostro apático. Esto es posible gracias a las increíbles capacidades del Nano Traje y la Pulsera de Encubrimiento, haciéndome virtualmente indetectable.
Por lo que puedo escuchar, nos dirigimos a un pequeño pueblo llamado Ilocustaum, donde se ha visto merodear al próximo Extranjero a erradicar. Opero la Terminal en mi brazo, buscando información, en cuestión de segundos, obtengo los datos más relevantes de ese lugar; por lo visto, se encuentra algo lejos de nuestra posición, por lo que tardaremos alrededor de 3 días en llegar; por otro lado, la costa está cerca del pueblo, por lo que la población de sirenas es extremadamente alta, considerando la existencia de una ciudad submarina relativamente cerca.
Nunca había escuchado hablar de ese pueblo, por lo que debe ser un lugar bastante simple y poco interesante, no obstante, el solo hecho de que vivan muchas sirenas, lo convierte en un sitio algo llamativo para un hombre como yo, que disfruta de la compañía de damas de razas exóticas.
En medio de mis divagaciones sobre lo asombrosas que son las sirenas, un icono de llamada aparece en la interfaz de mi traje, reviso el nombre y resulta ser ni más ni menos que Ania II; que esta mujer me llame directamente implica que debe ser algo muy importante, de lo contrario, la que me contactaría sería alguna otra monja a su servicio. Contesto rápidamente, sin intención de hacerla esperar más.
— [Activar Comunicación]
Al cabo de unos segundos, escucho una voz en mi cabeza.
— [4786, he leído tu último informe, y debo decir que es muy deficiente… —lo dice con molestia—]
— [Mis disculpas, pero eso fue todo lo que pude obtener —acepto sus quejas, no queriendo discutir—]
— [Parece que no entiendes la importancia de esta misión, ¿debo recordártelo?—me cuestiona con reproche—]
Ania II teme que Agis Jardiel sea influenciado por pensamientos de los Extranjeros y, por ende, se convierta en un traidor a largo plazo. Debido a que este hombre se ha casado con Cara Leonora Helladius, Princesa heredera del Imperio Ferruarum, Belisa Aurora Daimon, la querida nieta del Rey Demonio, Camelia Ferrer, la hija favorita del Duque, y por supuesto, Katherine Berdún, la Santa con más influencia en el Imperio; sin darse cuenta, Agis tiene mucho poder político que, si se usa indebidamente, como por ejemplo, propagar ideas como la democracia, abolir la esclavitud y todas las locuras que promulgan los Extranjeros, se produciría un gran caos en todo el mundo, permitiendo la proliferación de más Traidores.
— [No es necesario, su Excelencia… —respondo tranquilamente—]
— [Bien… —suspira— entonces dime con exactitud lo que viste y escuchaste después de la batalla —habla con voz grave—]
— [Entendido…—explico los sucesos con claridad—]
Detalladamente, describo los últimos eventos, la reacción de Agis, e incluso realizo una reconstrucción de la charla que sostuvo con el Extranjero antes de morir; así mismo, propongo algunas conjeturas plausibles y teorías sobre lo que podría estar pasando por la mente de Agis.
— [… El hecho de que Agis decida hablar con el Extranjero en lugar de matarlo directamente, sugiere que está interesado de alguna manera en lo que estos sujetos puedan decirle, en otras palabras, busca información de algo en particular, pero por lo visto, no ha logrado obtener lo que quería —manifiesto mi hipótesis—]
— [¿Qué clase de información crees que busca? —me cuestiona con tono serio—]
— [Intenta entender de qué forma llegan los extranjeros a nuestro mundo, o algo relacionado con eso —respondo sin dudar—]
— [¿Con qué propósito? —pregunta nuevamente—]
— [Tal vez busca una manera de conectarse con esos mundos, o en su defecto, viajar a ellos —expreso mis especulaciones—]
— [Mmmm… es peligroso que mi niño Agis entable conversaciones con Extranjeros, si esto continúa, tendré que tomar medidas… —concluye con preocupación—]
Considerando el valor que esta mujer le atribuye a Agis, dudo que decida hacer algo drástico como lastimarlo o amenazarlo, después de todo, ese tipo no solo posee poder político, también cuenta con una fuerza personal a tener en cuenta; no obstante, Ania II es la Líder Espiritual de la iglesia más grande de este continente, realmente no hay muchas cosas que no pueda lograr. Es una pena que Agis llamara su atención, ya que una vez lo haces, Ania nunca te dejará en paz; francamente, no quisiera estar en los zapatos de ese tipo, aunque pudiera poner mis manos sobre hermosas mujeres como la Santa.
— [Dejando eso de lado… —cambia el tema— leí que mi niño decidió quedarse con los objetos de ese Extranjero, ¿podría ser problemático a largo plazo? —me pregunta inquisitivamente—]
— [Los Extranjeros suelen guardar demasiadas cosas innecesarias en sus inventarios, por lo que estará bien mientras no use activamente las herramientas malditas —declaro mis pensamientos—]
— [Mmm… tendré que llamarlo para advertirlo —habla en tono decisivo—]
No cabe duda que Ania es muy consciente del comportamiento de Agis; en mi experiencia como Agente, este tipo es demasiado extraño. Posee una impropia curiosidad por cosas que alguien normal no tendría, y lo más raro de todo es su actitud reacia a tener muchas mujeres; un hombre de su posición y calibre, ya tendría más de 15 chicas, y no sería para nada recatado con su actitud, es decir, ¿qué clase de hombre no querría masajear constantemente el trasero de una hermosa mujer? Si yo estuviera en su lugar, no perdería la oportunidad para hacerlo. Con lo anteriormente dicho, empiezo a creer que Agis oculta algo grande, y sumando a ello su excesivo interés por los Extranjeros, sospecho que su secreto está relacionado con eso; mi intuición me dice que descubrir ese secreto, es la verdadera razón por la que me ha ordenado vigilarlo.
— [¿Acaso Su Excelencia sospecha algo más sobre el Ilustre Señor Jardiel?… —pregunto con cautela—]
— [… —guarda silencio durante un par de segundos— Agente 4786, le sugiero que olvide cualquier sospecha y se abstenga de hacer preguntas insidiosas, solo cumpla con su trabajo —habla con tono serio—]
¡Hay esta! Esa pequeña pausa, si ahora mismo estuviéramos hablando cara a cara, tendría una expresión de sorpresa e insatisfacción, la misma que harías cuando ocurre algo inesperado y desagradable; no cabe duda que hay algo intrigante que rodea a Agis Jardiel, después de todo, ¿cómo es que un simple plebeyo salido de la nada, se vuelve tan fuerte en tan poco tiempo? ¿Cómo es que llegó a entrar en contacto no solo con la Santa de la Curación, sino que también con poderosas líneas de sangre? Hace falta algo más que suerte y esfuerzo para eso; definitivamente hay algo.
Teniendo en cuenta todos los acontecimientos pasados, uniendo cabos y dando por cierto algunos supuestos, la sospecha más obvia es pensar que Agis Jardiel es un Extranjero, sin embargo, eso sería un poco difícil de demostrar, considerando que no tiene habilidades ni dones extraños, así mismo, tampoco ha evidenciado los comportamientos típicos de un Extranjero; la otra posibilidad es que podría ser un Traidor, pero eso no tiene ningún sentido, dados los últimos acontecimientos. En cualquier caso, el tiempo revelará la verdad, en algún momento mostrará una actitud o acción que revele sus verdaderos colores.
Por otro lado, si de alguna manera se confirma que Agis Jardiel es un Extranjero, o está relacionado con ellos de alguna manera, ocasionaría un terrible escándalo que mancharía la reputación de la iglesia, daría un duro golpe a la realeza Gelum y produciría revueltas en todo el continente Daemonium; en definitiva, las consecuencias de eso serían difíciles de soportar para cualquiera que esté involucrado, sin olvidar la inestabilidad política resultante, al fin de cuentas, se trataría del primer Extranjero en alcanzar influencia en las altas esferas del poder.
— [Lo lamento, no volverá a ocurrir —me excuso rápidamente antes de incurrir en su ira—]
— [Bien… de ahora en adelante, los informes deben ser más extensos y detallados, ¿entendido? —lo dice con tono solemne—]
— [Sí, Su Excelencia —respondo al instante—]
— [Y asegúrese de registrar sin falta la próxima conversación que mi niño sostenga con un Extranjero, no quiero fallas, ¿comprendido? —habla con voz firme—]
— [Tenga la seguridad —lo digo con confianza—]
— [Eso es todo por ahora —corta la comunicación—]
A juzgar por la actitud de Ania, ella tiene las mismas sospechas que yo, pero en lugar de querer confirmarlas o indagar más en ello, parece que se ha enfocado en otros factores, o tal vez, ya lo sabe y simplemente no quiere hablar de ello; en cualquier caso, ese problema no me concierne, solo debo dejar de lado cualquier duda, enfocarme en cumplir mi misión y nada más.