MTSR Capitulo 5 Tenebrere
Hoy desperté en una cama por primera vez en años, mi colchón es perfecto y mi ropa de cama es suave y sin hoyos. Después de estirarme y ordenar mi cama me dirigí a la cocina a prepararme el desayuno pero Ada estaba ahí, me saludo sonriente y me sirvió un gran plato de salchichas y huevos. Soy pobre, pero gracias a los amigos del abuelo y de papá las verduras y la carne casi nunca faltan en mi casa. Después de comer me dirigí al patio a entrenar con la lanza, si bien está de moda usar espadas a mí en lo personal me gustan las lanzas, especialmente una llamada iklwa, una lanza usada por los salvajes del territorio sur, es una lanza de mango corto y filo largo, casi como la mescla entre una espada y una lanza. La encontré junto a otros cachivaches escondidas detrás del establo, quizás un ex empleado las escondió para llevársela luego pero lo olvido.
Mientras entrenaba mis movimientos de lanza llego Lowe en su silla de ruedas, Laura venia empujando la silla y al verme sonrió. Lowe se mantuvo en silencio un rato pero luego comenzó a corregir mis movimientos y antes de que me diera cuenta ya me había hecho un plan de entrenamiento, suspire.
Volvimos juntos a la casa, encontré a Nadja acostada en el piso mientras masticaba una salchicha, esta chica es demasiada relajada. Al verme me saludo con su mano y me ofreció parte de su salchicha, antes de que pudiera decir algo Myrd la regaño y le dijo que esa no era forma de tratar a su amo, Nadja solo se encogió de hombros.
Reuní a todos mis esclavos y les dije que haríamos este día, Ada, Laura y Myrd irían al mercado a comprar todo lo que faltaba en la casa, incluido los muebles. Les dije que compraran algo digno de un noble pero no demasiado caro, así que les pase varias monedas de platas y unas cuantas de oro. Por otra parte Lowe y yo iríamos al barrio de los artesanos mientras Nadja cuidaría la casa.
Mientras realizaba las preparaciones para salir fui a la habitación de Myrd, tenía la puerta abierta y ella estaba sentada en su cama peinando su caballo, al verme se paró rápidamente y me saludo de manera formal, saque el pequeño saco que había preparado y se lo pase.
– Es mytril, está en forma de pequeñas esferas para que puedas tragarlas fácilmente, según mis cálculos te servirán por 30 días, cuando se acaben avísame para darte 30 más. Después del primer mes iremos al templo a ver tu condición y ahí regularemos las dosis.
– Gracias maestro, está esta agradecida.- Me respondió mientras se arrodillaba, tome sus hombros y la levante.
– Mientras no tengamos visitas no me trates con tanta ceremonia, además acordamos que me llamarían señorito y no amo – Ella me miro, como si buscara algo, luego solo asintió.
Me despedí y fui a mi habitación a buscar lo que había preparado para hoy, diversas esferas de metal que tendría que poner en la bolsa mágica de Lowe, estuve hasta tarde duplicando metales inclusive algunos metales especiales que venían en la colección de minerales que compre, si quería que esto funcionara tendría que ir con todo.
Cuando llegue al recibidor las muchachas ya se habían ido y Nadja seguía en el piso comiendo salchichas ¿Era realmente una buena idea dejarla cuidando la casa? Bueno, no había mucho que robar. Fui a buscar a Lowe a la cocina y empujando su silla de ruedas me dirigí a la plaza donde estaban los cocheros.
Me subí al primero que encontré libre, pero cuando iba a pagarle al cochero me detuve, el cochero era el señor Anderson, un viejo amigo de mi abuelo, el solía vender los materiales y tesoros que mi abuelo traía de sus aventuras. Cuando mi abuelo y mi padre murieron él fue uno de los primeros en ofrecerme apoyo y cuando lo rechace me paso una bolsa con cinco monedas de oro para que pudiese subsistir, si a alguien le debía algo en mi vida era al señor Anderson. ¿Por qué un gran comerciante estaba trabajando de cochero? Le di dos monedas de plata y en vez del mercado le pedí que me llevara a mi casa, Lowe me miro extrañado pero luego se encogió de hombros, el señor Anderson solo asintió.
Después de unos minutos llegamos a la mansión Guld, Baje a Lowe, mire al señor Anderson y dije:
– Buenas tardes señor Anderson, por favor pase, creo que sería buena idea de que habláramos.
– ¿Es el joven Ale? No lo reconocí, la última vez que te vi solo eras un niño, ahora eres un joven tenebroso – Dijo riendo, le devolví la sonrisa y entramos a la casa.
Fuimos al estudio, la única habitación que no fuese la cocina con sillas. Era una habitación vieja pero limpia, antes solo tenía un par de malos libros, ahora las estanterías estaban llenas de libros de recetas. El escritorio era de madera vieja y era tan pesado que no se lo pudieron robar. El señor Anderson se sentó en una de las sillas y suspiro, como si recordase los mejores tiempos.
– Ahora señor Anderson, antes de cualquier cosa quisiera saber por qué el comerciante de gemas ahora es un cochero. Es algo que no entiendo.- Dije
– Eres como tu abuelo muchacho, mandando a la mierda la etiqueta y yendo al asunto de manera agresiva- dijo el señor Anderson mientras reía- quizás por eso nos llevábamos tan bien. Que quieras que te diga, después de lo que le paso a tu abuelo me sentí mal y no quería hacerme cargo de la tienda, así que se la pase a mi principal hombre de confianza, el hijo de put@ me traiciono , me robo mis propiedades y mi tienda dejándome solo con la casa de mi hija y las monedas de mi bolsillo. Mi nuero es dueño de varios carruajes así que me presta uno para que me gane unas monedas para mis gastos.
– ¿No pudiste hacer nada?
– Ni mierda, ese malparido llevaba años planeando esto, si no fuese por mi hija y mi nuero hubiese terminado pidiéndote una habitación.
– Y la hubiesen obtenido señor Anderson, aunque solo hubiésemos tenido salchichas – dije sonriendo, el señor Anderson se rio.
– Eres increíble muchacho, me hubiese gustado haberte adoptado cuando pude.
– Para que los dos estuviésemos manejando carruajes, paso
– Eres un diablillo, como tu abuelo – Me respondió mientras ambos reíamos, Lowe me miraba mientras su boca hacia una sonrisa inconsciente.
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– Entonces señor Anderson, es hora de ponernos serios – Cuando dije eso el aire en la habitación cambio, el señor Anderson se sentó apoyando toda su espalda en el respaldar y sus ojos se pusieron afilados, mientras la atmosfera se ponía tensa Nadja entro con una bandeja y sirvió té para todos, incluida ella, para luego sentarse en el piso a comer una salchicha. Lowe y yo nos miramos sorprendidos ¿Nadja sabe hacer té? Recuperándome un poco de la sorpresa dije:
– Señor Anderson, hace poco me llegaron bienes de alto valor junto con una suma importante de dinero y creo que esta oportunidad puede ser algo bueno para mí y para usted.
– Mmm, si fuese otro el que me ofreciera eso lo mandaría a la mierda, pensaría que son cosas ilegales o esas cosas, pero es el joven Ale el que me lo dice, al menos te escuchare.
– Gracias, Lowe activa tu bolsa – Lowe puso mana en la bolsa, así que puede sacar las esferas que había puesto adentro y las puse sobre la mesa, el señor Anderson se sorprendió- Tengo unas 30 de cada una señor Anderson.
– ¿Son esferas de Mitry y Acero mágico? No, espera, también hay Acero de roca ¿De dónde las sacaste?
– Estaban enterradas en el sótano, junto con varias monedas de oro. Seguramente el abuelo o papá las enterregaron para usarlas y luego las olvidaron. Así que ¿Cuántas monedas necesitas para iniciar un negocio, usando estas piedras como mercadería y capital inicial?
-Mmm, con 10 de oro podre poner una tienda pequeña, con 32 una grande y con 57 podría comenzar un negocio de escala media de venta y compra de minerales raros.- Me dijo mientras fruncía el ceño.
– Entonces comencemos con 200 monedas- le dije sonriente mientras ponía 200 monedas de oro sobre la mesa, el señor Anderson y Lowe abrieron la boca de la sorpresa ¿Nadja? Ella seguía comiendo salchicha.
– ¿Estás seguro? ¿Con ese dinero podrías vivir toda tu vida sin trabajar un solo día?- Me dijo nervioso el señor Anderson
– Es en serio, yo no tengo las grandes intenciones de mi padre y mi abuelo de devolverle la gloria a esta casa, pero quiero que las próximas generaciones de la familia Guld no pasen por lo que yo se pase, así que en vez de gastar el dinero lo invertiré.
El señor Anderson sonrió, saco un pequeño puñal y lo puso sobre la mesa, Nadja de la nada puso un trozo de papel, pluma y tinta que saco del cajo a mi izquierda ¿Cuándo llego ahí y como sabía que la tinta y el papel estaban en ese cajón? Suspire y le di las gracias, ella solo sonrió como una niña que era alabada.
– Lo haremos a la antigua, con un contrato mágico vinculante.
– Señor Anderson, eso no funciona, recuerde que por mi falencia de mana los contratos mágicos no me afectan.
– ¡Mierda!¿Y un contrato de sangre?
Me quede en silencio, un contrato mágico es algo más o menos común entre grandes comerciantes, si no lo cumples tu mana se reduce provocando intenso dolor. Pero un contrato de sangre es algo más oscuro, solo duran un año pero si no cumples lo que está escrito tendrás un destino peor que la muerte, tu sangre se volverá color gris, toda tu mana te abandonara y sufrirás fuertes dolores mientras tus órganos mueren poco a poco, pero no morirás, no, te convertirás en una masa doliente llena de pus cuya única esperanza es que alguien le ponga fin a su vida. Suspire, mire fijamente a los ojos al señor Anderson y dije:
– ¿Estás seguro?
– Lo suficiente como para proponerlo – Dijo el señor Anderson con seriedad
– Hagámoslo entonces. – Respondí.
Debido a su experiencia el señor Anderson escribió rápidamente un contrato tipo aunque con algunas modificaciones, las ganancias serian 60- 40 a mi favor pero en caso de perdidas mi familia no estaría vinculada y solo el señor Anderson cargaría con las deudas. Al principio el señor Anderson ofreció condiciones aún más favorables para mí pero las rechace, aun así el siguió insistiendo, luego de varias horas de discusión logre lo más cercano a un trato justo y firmamos el contrato. Ese día nació el grupo comercial Tenebrere, el nombre de mal gusto fue sugerencia de Nadja y como no se nos ocurrió nada mejor nos quedamos con ese.