MTSR Captiulo 9 Guldar
Victoria lleva casi dos meses en mi casa, al final su contrato incluyo alojamiento y comidas así que se convirtió en otro habitante en la mansión Guld, por cierto, se puso pálida y se desmayó un par de veces por culpa de Ale segundo la Sierpe de Roca, al parecer no aguanta las serpientes.
Al principio mis esclavos estaban un poco complicados con el asunto de las clases, pero cuando les dije que eran para mantener el estatus de la familia Guld en alto se motivaron y comenzaron a tomarse las clases en serio, incluso he visto a Nadja practicar su lectura frente a sus animales. En lo que a mí respecta, también he estado tomando clases, especialmente de etiqueta e historia, a modo de preparación para mi próxima entrada a la Academia Imperial ¿Qué si estoy inscrito? Mis padres pagaron mi educación por adelantado, de niño fui a una escuela para hijos de mercaderes así que no note tanto la diferencia social, pero ahora ingresare a la Academia Imperial, donde tu talento, riquezas, estatus y poder son constantemente puestos a prueba y necesito prepararme para esas pruebas.
Las reparaciones de la casa van bien y Tenebrere abrió su primera tienda en el barrio comercial de los nobles, no sé cómo lo hizo el viejo pero en su primer día de funcionamiento nuestra joyería casi se quedó sin existencias y la lista de pedidos de joyas hechas a pedido es tan larga que hay una espera de tres años. Gran parte de este triunfo se debe a que el señor Anderson recluto a todos sus ex trabajadores como también a varios joyeros nuevos que había conocido mientras estaba “retirado”. Pero eso no es todo, dentro de poco Tenebrere abrirá un restaurant y una cafetería, le dije al señor Anderson que si necesitaba más capital lo pidiera y lo hizo, invertí casi mil monedas de oro en nuestra empresa casi lo mismo que recaudan algunos nobles al año en sus territorios. Gracias a esa inversión ahora soy técnicamente dueño de una flota de barcos mercantes y varias bodegas en diferentes partes del Imperio, por alguna razón no siento esas cosas como mías.
Mi vida es un rio tranquilo que avanza lentamente o al menos eso me gustaría decir, pues hay una carta encima de mi mesa que me está molestando, mientras la vuelvo a leer en mi escritorio espero que Victoria se presente en mi escritorio, obviamente Ale segundo está en el establo para no asustarla, cuando entra puedo ver que esta curiosa porque la llamo, viste un vestido blanco que realza sus rasgos, pero es demasiado brillante para mí.
– Buenas tardes Victoria ¿Cómo estás?
– Un poco nerviosa Conde Guld – respondió.
– No te preocupes, no es nada serio. Pues veras, he recibido una carta de tu tío, el señor Alnes, veo que tu padre era solo un caballero honorario y que su hermano no heredo el titulo ¿Estoy en lo correcto?
– Así es, mi madre se ganó el título en su juventud en la guerra imperial pero nunca quiso dar el paso para convertirse en un noble a toda regla, aun así me educo a mí dentro de la nobleza para darme un mejor futuro, lamentablemente – su voz se volvió apagada – el falleció el año pasado.
– Ya veo, mi más sentido pésame- me puse de pie y puse mi mano sobre su hombro, lo que la sorprendió, yo no soy mucho de tocar a las otras personas – Ahora entiendo todo un poco mejor. Hace quince días tu tío me envió una carta exigiendo que te devolviera a su familia, la ignore. Luego hace diez días me envió otra carta exigiendo que te devolviera y nuevamente la ignore, pero hoy me ha llegado una carta de la corte imperial debido a que tu tío me acusa de secuestro y exige que te devuelva a su casa o pague la suma de mil monedas de oro.
– Ese maldito anciano, no le importó yo o mis hermanas el solo quiere el dinero- Dijo casi gritando Victoria.
– ¿Hermanas?
– Si tengo dos hermanas de 10 y 8 años, el dinero que estaba ganado en esta casa pensaba usarlo para llevármelas a vivir conmigo y alejarlas de ese hombre- Se notaba que estaba molesta.
– Mmm… eso complica un poco las cosas, pero para bien – dije mientras hacia mi sonrisa de felicidad, aunque todos en la casa decían que era la sonrisa de un rey demonio.
– ¿De qué habla Conde Guld?
– Te hare una pregunta Victoria, una pregunta que podría definir tu vida ¿Te gustaría formar parte de la familia Guld?
– ¿Formar parte de la familia? – De repente se puso nerviosa y comenzó a hablar casi tartamudeando- Espere, ¿Casarme? No es que no le agradezca pero casarme es algo precipitado y no sé si el señor Guld sea mi alma gemela, además usted es menor, y el asunto del estatus, si bien es una persona agradable tiene manías raras y esa fea serpiente que…
– ¡NO ES ESO!- Respondí casi gritando mientras mi cara se teñía de rojo- no es eso, básicamente te adoptare dentro de la familia, bueno no exactamente dentro de la familia, serás parte de una de las ramas secundarias, si aceptas serás Victoria Guldar, la cabeza de la familia Guldar. Podrás seguir viviendo dentro de esta casa y recibirás mi apoyo. Obviamente podrás traer a tus hermanas contigo ¿Qué te parece?
– No entiendo, todo parece bien, pero no sé qué gana el Conde con esto.
– Simple, actualmente mi familia tiene riqueza y estatus pero me falta algo clave, personas capaces de usar esa riqueza y estatus a mi favor. Si bien tengo una relación comercial con el señor Anderson, por alguna razón siento que esos bienes no le pertenecen a la familia si no a la compañía. Pero aunque la compañía es mía no es de la familia y mi sueño es enriquecer a la familia ¿Alguna duda?
– No, a pesar de se ve como un joven tenebroso usted es algo más, lo sé desde el día que descubrió que escape de casa, da la impresión de alguien mucho más viejo de lo que es- Me respondió sonriente y con admiración Victoria- Entonces, Conde Ale Guld yo Victoria Alnes, no, Victoria Guldar me comprometo a que ayudare a enriquecer a la familia Guld para así asegurar un próspero futuro a las nuevas generaciones.
– Acepto tu juramento Victoria, comenzare los trámites de adopción de ti y tus hermanas, desde hoy puedes llamarme solo Ale, pues somos familia.
– Si Ale- luego se desmayó, Ale segundo había entrado por la ventana y durante la discusión se colocó en el respaldo de la silla de Victoria, fue un KO automático.
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A la hora de la cena les explique la situación a mis seguidores, la mayoría de ellos acepto sin problemas, pero alguien estaba notoriamente molesta con la situación, cuando Ada servía el postre ella no aguanto más y exclamo:
– ¡No es justo! ¿Por qué ella se volvió parte de la familia del Amo Señorito si lo conoce por menos tiempo? ¿Es porque Nadja recogió perros callejeros para su grupo de casa? – Exclamo Nadja enojada.
– No molestes Nadja, las decisiones del amo son absolutas, aun cuando no las entendamos – Exclamo Lowe de manera tajante.
– Así es Nadja, está no entiende la decisión del maestro pero la acepta. El señorito es quien toma las decisiones nosotros las aceptamos- Dijo Myrd.
– Pero no es justo, para Nadja la gente de esta casa es su familia.
Cuando Nadja dijo eso la mayoría de mis seguidores puso una cara complicada, yo sabía que este sentimiento era común entre mis servidores, así que no pude seguir aguantando la risa y comencé a reír a carcajadas, mis seguidores me miraron raro así que les dije mientras reía :
– ¿Ninguno de ustedes reviso su identificación aun cuando aprendieron a leer?
– No Señorito – respondió Ada
– Háganla – les dije, la mayoría de ellos tomo el collar en su cuello y comenzó a leer la inscripción en el dije.
– ¿Myrd Guldar?, Myrd Guldar…!MYRD TIENE UN APELLIDO¡- Exclamo Myrd con una voz llena de alegría.
– Nadja Guldar, jejejeje, Nadja Guldar, jejeje- comenzó a repetir una y otra vez Nadja en un rincón.
– ¿Cuándo hizo esto señorito?- Pregunto Ada mientras abrazaba ese medallón y besaba la cabeza de su hija.
– Hace tres días, cuando vino el sacerdote a “bendecirlos”- respondí mientras me comía el postre de Nadja.
– Está no entiende, los esclavos no pueden llevar apellido – Exclamo llena de dudas Myrd
– Exacto, ya no son esclavos, son servidores de la familia Guld y miembros de la familia Guldar – Dije sonriendo mientras atacaba esta vez el postre de Victoria – Son libres, pueden hacer lo que quieran ahora.
Cuando dije eso,el silencio se apodero del comedor, mis ahora servidores se miraron entren ellos y como si pudiesen hablar con sus mentes, todos menos Lowe se arrodillaron y dijeron casi al mismo tiempo:
– Esté jura lealtad a la Familia Guld y a su señor Ale Guld, sin obligación ni impedimento, esté lo hace de corazón.
Cuando terminaron de hablar el vínculo se hizo efectivo, era un juramento mágico, un juramento casi irrompible, me sorprendió que lo hicieran, si bien esta era una prueba para probar su lealtad me sorprendió que estuvieran dispuestos a llegar a ese extremo. Cuando pensaba en eso Lowe dijo con lágrimas en los ojos:
– Por favor Señorito, espere a que esté pueda arrodillar por sus propios medios para el juramento.
– No te preocupes Lowe, te esperare lo que sea necesario, así que Victoria, dejo bajo tu mando a mi querida familia.
– SI Señor Ale, hare lo mejor por la familia – Respondió Victoria con seguridad.
– Bien Ale segundo, ahora eres Ale segundo Guldar – Grito Nadja con la Sierpe de Roca en los brazos, obviamente Victoria se desmayó al verlo.