El príncipe nigromante - Capítulo 16 - Por nuestro futuro
Por nuestro futuro.
El viento soplaba levemente haciendo que los verdes pastos se movieran con suavidad. Los pocos árboles que se encontraban en el campo abierto hacían ruidos ligeros. En el abandonado camino principal que daba hacia la capital, sonaban pesados ruidos metálicos. Una línea negra cubría el camino, y en esa línea habían brillos rojos en los visores de aquellas armaduras.
Alexander tenía una cara seria. ¿Cómo explicaría el hecho de que él es el príncipe?
¿Lo dice así nomás? ¿Con una muestra de poder? ¿Con un discurso?
“¿Cómo lo hago?” Vuelve a preguntar la misma cosa tras varios días de pensarlo.
“Otra vez lo estas pensando demasiado.” Dice Enea a su lado. “¿Por qué no simplemente les muestras tu tatuaje Real? Se que la escondiste con magia de ocultación.”
“Claro, me voy a desnudar ante todos y mostrar mi bello cuerpo.” Dice sarcásticamente.
Enea deja escapar una pequeña risa “Solo debes mostrar tu espalda. Eso debería ser suficiente para demostrarlo.”
“Supongo que tienes razón…”
Alexander vuelve a su estado pensativo.
“Quizás…”
“No le des más vueltas al asunto.” Dice Enea esta vez con tono de regaño.
“Bueno, perdón por querer no arruinar las cosas.”
“Lonir, está bien querer pensar las cosas pero tu lo llevas al extremo. ¿Por qué no te relajas?”
“Para ti es fácil decirlo…” Mira hacia los verdes campos.
“¿Qué quieres decir con eso?” Dice un poco enojada.
Mira a Enea. “La razón por la que pienso demasiado las cosas es porque quiero que todo vaya bien, y siento que si me relajo, voy a fallar horriblemente.” El tono de su voz baja. ”No importa si relajarse es lo que debo de hacer para lograrlo, yo voy a sobrepensar las cosas. Sé perfectamente que ese es mi mayor fallo pero de cierto modo, siento que es lo que me hace sentir seguro de mi mismo. Que si pienso las cosas, todo irá bien.”
“No todo te irá bien, nadie es perfecto y debes de aceptar eso. Tu mas que nadie. ¿Acaso olvidas quien eres? ¿Por lo que pasaste? Tú también sufriste, mucho más que la gran mayoría. Perdiste 4 años de tu vida, solo eras un niño y aún así fuiste e intentaste cargar con todo. Y ahora que regresas, ¿quieres volver a cargar con todo en tu espalda? No se que es lo que te paso en el otro mundo, o porque regresaste revitalizado como si nada hubiera pasado, pero si se que no puedes volver a cargar con todo. Debes de dejar ir esa mentalidad de “Yo puedo con todo.” porque no es verdad.”
Alex suspira y mira otra vez a los campos.”Es cierto que yo no puedo con todo, pero cargaré con todo lo que pueda.” Mira a Enea otra vez. “Así que en esta vida, ayúdame a cargar con todo lo que no pueda, contradíceme tantas veces como puedas cuando veas mis errores, regrésame a la realidad cada vez que empiece a soñar cosas imposibles y…” sonríe. “Apoyame cuando te necesite.”
Enea sonríe. “Claro.”
Tiempo después, ese mismo día ya en el atardecer, Alexander finalmente llega cerca del campamento.
Las personas que estaban allí se dieron cuenta de que venía una mancha negra con puntos rojos a su camino, y momentáneamente les causó pánico, pero unos minutos después lograron avistar al frente de la formación a Alexander junto a una mujer que ellos no conocían.
Los caballeros se quedaron atrás junto a Enea, mientras que Alexander avanzaba solo.
“Graid, ¿Por qué reviviste a los caballeros?” Dice Robert, con un ligero tono de enojo pero también calma. Él quería creer que había una buena razón para eso.
Dentro de Ephiria, revivir a muertos era ilegal sin una buena razón, además de deber de necesitar la bendición de un sacerdote o sacerdotisa de la iglesia. Solo se podían revivir a los muertos en ciertos casos sin la necesidad de la iglesia, como en el caso de la guerra o en defensa propia, pero después de la batalla, los muertos deben de ser regresados para su entierro ceremonial.
“Porque los necesitaremos en el futuro para entrenar a la gente a defenderse.”
Cuando uno obtenía la bendición de la iglesia, se tenía que revivir al muerto con un hechizo en específico, para evitar la pérdida de libre albedrío.
“¿Los reviviste en contra de su voluntad?”
“No, usé [Llamado del alma] en todos ellos. Debo añadir que tardé varios días, ya que aún estaba bastante debilitado.”
“¿Debilitado?” Pregunta con curiosidad.
“Si, de pasar 5 años completamente muerto.”
“¿Qué?” Dice sorprendido. “¿Cómo? No, sabes que, primero vayamos en orden. ¿Cómo sabremos que dices la verdad?”
“Pregúntale a cada uno de ellos, y te responderán lo mismo de diferentes maneras, y no solo de palabras, sino también con diferentes personalidades.”
Robert se detiene un momento para pensar y después dice. “Dices que reviviste, explicate.”
Alex dice con clara disconformidad. “Usaron en mi un anillo de resurreción. Ninguna alma ephiriana fue usada, sino no estaríamos hablando ahora mismo.”
“¿Anillo?” Su cara se llena de sorpresa. “¿Esas en las que se ocupan cientos de almas? ¿La misma que estaba prohibida desde la fundación del reino? No me jodas.” Pone una mano en su frente. “¿Cuantas?”
“2,000.”
“2,000 personas. Joder… ¿Dime, quién eres?” Dice con espanto.
Alexander no responde, pero se da la vuelta y se empieza a quitar toda su ropa superior.
“¿Qué demonios haces?” Pregunta bastante extrañado. El no esperaba esto.
Alexander termina de quitarse su ropa. “[Desactivar]”
Un brillo morado resalta en toda la espalda de Alex, desde su nuca hasta las caderas. Un enorme tatuaje aparece en la espalda, más concretamente…
“Un círculo mágico…” Robert abre los ojos y grita con gran sorpresa. “¡¿El tatuaje Real?!” Robert retrocede. “¡Tu eres…” Pero es interrumpido.
“El primer príncipe y heredero de la corona, Alexander Lonir Essehansi de Ephiria.”
“¡Pero! ¡Esto es! ¿¡QUE MIERDA!?”
Robert no era el único que estaba volviéndose loco. Todos en el campamento que vieron ese momento estaban en shock. “Es imposible” se decían, “No hay manera”.
“Sé que esto es sorprendente, y que es difícil de creer…”
“¿¡Difícil de creer!? ¡Yo esperaba que fueras un noble, incluso de alto rango! ¿¡pero esto!?” Robert se aleja. “Quédate allí.” Dice mientras apunta. “Tu… el príncipe…” Da una risa nerviosa. “Pero tú estás muerto, todo el país oyó las noticias.”
Alexander suspira pero al final grita con fuerza y autoridad. “TODOS CÁLMENSE.”
En ese momento, todas las personas guardan silencio y miran a Alexander de la misma manera en la que uno vería a un fantasma.
“Si, yo morí en aquel momento. Lo vi en los recuerdos de uno de los soldados que pelearon en la capital. Ví como me quitaban la cabeza y como la lanzaban al vacío, a mis generales cuyas cabezas estaban en picas, y como toda la ciudad y palacio real fue saqueada.” El empieza a ponerse la ropa. “También escuché cómo el perro de mi tío nos traicionó al final, matando a mi madre y dejando a mis hermanos desaparecidos, ¡Probablemente muertos!” Para un segundo y se termina de poner todo. “Cuando empecé a explorar, vi como devastaron la ciudad donde los rescate a ustedes, y dentro de los recuerdos de aquel capitán mercenario, vi cómo los trataban a ustedes. Eran esclavos, prostitutas, objetos para practicar el tiro al blanco, gladiadores que eran forzados a pelear entre ustedes para conseguir un trozo de pan. Lo se todo.” La mirada de Alexander se convierte en una de odio extremo. “¡Y ESTOY JODIDAMENTE ENOJADO!” Ese grito lo sintieron todas las personas. “¡Y estoy seguro que ustedes también!” Alexander mira a los ojos de las personas. “¡Su libertad fue arrebatada! ¡Sus vidas destruidas! ¡Sus familias asesinadas o vendidas! ¿¡Acaso están ustedes bien con eso!?”
Todas las personas al unísono, con rabia y furia. “¡NO!”
“¡Y quién lo estaría! ¡Nadie permitiría que sus padres e hijos sean asesinados, que sus hijas sean violadas, que sus hermanos y hermanas sean vendidos como esclavos!” Él grita. “¡Así que levántense y luchen, luchen con cada parte de su cuerpo, luchen hasta la última gota de sangre y una vez muertos vuelvan a levantarse y a luchar otra vez! ¡Somos ephirianos, nosotros llevamos el luchar hasta la muerte a otro nivel!” El ríe. “Se muy bien que en el pasado les he fallado, fuí débil, y debido a eso fuimos derrotados, atacados por todos lados.”
Ante esas palabras, la gente apretó los puños y querían gritar “¡No nos has fallado!” pero la situación simplemente no se las permitía.
“¡Pero solo les pido una oportunidad, una última! ¡Por favor, luchen a mi lado y permítanme guiarlos a la victoria! ¡Permitanle a este tonto príncipe una oportunidad de venganza hacia nuestros enemigos y perdón hacia ustedes! ¡Solo una oportunidad más para recuperar todo lo nuestro! Una oportunidad más… para recuperar nuestras vidas…”
Un silencio era seguido por esas palabras. Todos ellos tenían un fuego interior que estaba a punto de explotar. Todos ellos querían pelear, recuperar sus vidas. Tener de vuelta aquella granja que fue quemada, aquella posada que fue destruida, aquella vida que fue aniquilada, libertad que fue robada.
Entre esas personas, Elniz se pone al frente. “¡Yo te seguiré!” Dice con seguridad. “Mi madre… ella fue asesinada mientras me intentaban esclavizar por saber magia lumínica. Ella era médica y fue la que me enseñó todo lo que se.” Lagrimas empezaron a salir de sus ojos. ”Ella era lo único que me quedaba en este mundo y me la quitaron. Mi padre, que también era mago de luz, lo mataron en la guerra y apenas tengo recuerdos de él. No tengo muchos recuerdos de cómo era Ephiria antes de la ocupación, pero recuerdo que era feliz. Las calles llenas de gente feliz. Recuerdo cuando llamaron a mi padre para pelear, recuerdo cuando un hombre vino y mi madre empezó a llorar, recuerdo cuando los soldados empezaron a marchar sobre nuestras calles, recuerdo como… como me intentaron llevar y como mi madre acuchilló a esos hombres, para después ser asesinada. Como fuí llevada hasta Aedar, como nos liberaste y como nos diste esperanza.” Luego grita. “¡Así que pelearé a mi manera, lo haré para que nadie más viva lo que yo viví! ¡Lo haré para que mi madre esté orgullosa en donde quiera que ella esté!”
“¡Yo también voy a pelear, para vengar a mis hermanos!”
“¡Yo pelearé, para poder salvar a mis hijos de este infierno!”
“¡Yo pelearé para…!” Las personas empezaron a dar sus razones para pelear. Libertad, familia, venganza, las razones sobraban, pero todos iban a pelear.
“Y yo… pelearé para construir ese maldito restaurante que iba a operar junto a mis hermanos.” Dice Robert. “ Y construir sus sepulcros en ese árbol sobre la colina.” Mira a Alex. “Así que Graid, no, Alexander. Guíanos hasta la victoria, y permite que nosotros obtengamos nuestra libertad. Nuestros sueños. Nuestros derechos de vivir. Nuestro futuro.”
Alexander sonríe.“¡Entonces síganme y recuperemos nuestro futuro! ¡Primera parada, las afueras de Marcileos! ¡Nuestros aliados nos esperan en ese lugar y rescataremos a un mago de alto rango! ¡Con él a nuestro lado, tenemos la oportunidad de pelear contra enemigos más fuertes!”
Todos gritan al unísono. “¡Por nuestra libertad! ¡Por nuestros sueños! ¡Por nuestras vidas! ¡Por nuestro futuro!”
“¡Muy bien! ¡Les diría que marchen pero primero hay que guardar todo lo útil!”
Todos ríen ante eso.
“¡Ya escucharon, guarden todo lo vital!” Dice Robert. “¡Porque nuestro príncipe peleará de nuevo con nosotros!”
Poco después Alexander llama a los caballeros para ayudar con los objetos. Enea se presenta ante todos de manera formal y para el anochecer, tienen todo listo para marchar pero duermen en la noche y en la mañana empiezan su camino hasta Marcileos.
“Entonces, ¿cómo los convenciste?” Pregunta Enea, antes de irse a dormir. “¿Lo dijiste así nomás? ¿Con una muestra de poder? ¿Con un discurso?”
Alex sonríe. “Con las 3.”