No Morirás - Capítulo 5 - Ciudad Drastt
Capitulo 5 – Ciudad Drastt
Un par de horas pasaron desde la última interacción entre Lucy y Jason, el hombre después de salir corriendo, observaba por el suelo algunas manchas de sangre que se dirigían hacia la ciudad, haciendo que este apretara sus puños y corriera lo más rápido posible.
—Aquella sangre está fresca… Está brillando y no está seca, pero, no recuerdo cuanto tiempo se demora la sangre en secarse… Quizás eran… ¿30 minutos?… No, o no lo sé… Pero, al menos esto sucedió hace poco, tengo tiempo… Lucy, espérame…— Dijo aquel inmortal hablándose así mismo para calmarse un poco.
El tiempo pasaba, apenas habían sido un par de horas desde el mediodía, y en unos 15 minutos, Jason, logró llegar a una montaña un poco alta, la cual permitía ver desde unos 100 metros la ciudad, llamada como “Ciudad Drastt“.
Unas paredes de un poco más de 10 metros de altura, hechas de piedra, con unos pilares cada ciertos metros que estaban pegados a las paredes, los cuales eran para mantener a guardias dentro, y que pudieran vigilar el exterior, y al mirar un poco más, el inmortal observó una puerta enorme de madera de roble, medía unos 6 metros de altura y una longitud de 5 metros aproximadamente, siendo esta resguardada por 4 guardias, dos a cada lado de la puerta, vestidos con una armadura de cota de mallas, y algunas partes de hierro, además de lanzas de hierro de unos 2 metros.
—Bien… Aquí estoy, ahora sólo tengo que entrar… Espero entrar normalmente, o tendré que hacerlo por la fuerza— Susurró el inmortal para luego dar un pequeño suspiro de alivio al ver que estaba en la ciudad.
El inmortal se demoró un par de minutos para bajar con cuidado de la montaña y camino hacia la entrada de la ciudad quedando a unos metros de la puerta mientras que los guardias lo miraban, haciendo que uno de ellos se acercara al hombre que había recién llegado.
—Tú, supongo que estás aquí para entrar, ¿verdad?— Comentó de manera directa el guardia que se había acercado a Jason.
—Sí, necesito entrar— Respondió Jason de forma rápida.
—Vale… Si eras un residente que se fue de viaje necesito tu placa para ver tu información, si vienes de otra ciudad lo mismo, y como veo que no traes nada para ser comerciante, supongo que no eres uno, hazlo rápido que empieza a hacer calor— Habló de manera rápida el guardia mientra que daba un pequeño bostezo luego de terminar de hablar.
—(Muy bien… Empezamos mal… No entiendo nada de lo que acaba de decir)— Pensó mientras se tocaba la cabeza. —Ehh… ¿Qué sucede si no tengo nada de eso?…—
El guardia se quedó viendo al inmortal mientras suspiraba y se ponía una mano en la cara, como acto de enojo y cansancio.
—A ver… ¿Lo perdiste?, o puedes decirme que te lo robaron quizá, si no, no entiendo que haces sin una placa tratando de entrar a una ciudad…— Le dijo mientras miraba con un poco de enojo a Jason.
—(Supongo que tengo que mentir en esta situación)— Pensó de forma rápida el inmortal. —Sí… Antes cuando venía hasta aquí aparecieron unos bandidos, y bueno… Ahora no tengo nada como puedes ver— Miró de forma indiferente al guardia.
—(Este tipo… No parece que esté mintiendo… O tal vez… Agh, muchos problemas, sólo diré que le hagan otra placa)— Pensó el guardia tocando su propio mentón un poco dudoso. —Chicos, a este tipo le acaban de robar las cosas, llévenlo adentro para que se haga una placa— Terminó de hablar el guardia dando media vuelta y volviendo a su posición original, vigilando.
—(Por el momento espero no tener más problemas…)— Pensó un poco aliviado el inmortal.
Otro guardia de los que estaban allí, abrió la puerta e hizo que Jason lo siguiera, guiándolo hacia la zona de Administración de la ciudad, en donde se pueden ver los registros de todo lo que entra y sale de la ciudad. Mientras que iban hacia allá, caminaban sin apresurarse, lo cual hizo que el inmortal observara la ciudad y a sus habitantes.
—(Es muy grande esta ciudad por lo que veo… Casas y tiendas, también una escuela allá al fondo, una herrería y más aún… Y eso que todavía estoy casi en la entrada de la ciudad)— Pensaba mientras que iba llegando a su destino.
—Es aquí señor, entre— Dijo el guardia que escoltó al inmortal hacia la zona de Administración.
—Gracias…— Dijo Jason en un tono un poco bajo mientras observaba el edificio de gran tamaño frente a él, al pareces era de 3 pisos.
El hombre entró y se quedó parado mientras observaba el interior del lugar, aquellos bancos para esperar y aquellas recepcionistas, las cuales estaban para atender los problemas de la gente, y antes de poder seguir observando, se dio un pequeño golpe en la cabeza.
—(Acabo de entrar a la ciudad… No tengo tiempo para hacerme un placa o lo que sea… Tengo que buscar a Lucy…— Pensó mientras apretaba un poco sus puños y luego suspiraba, saliendo de ese lugar, y comenzando a correr por la ciudad.
El hombre veía edificios, casas, tiendas, y muchas otras cosas, pero ninguna le transmitía un pensamiento positivo de que podría encontrar alguna pista sobre Lucy, hasta que se detuvo en un lugar el cual era llamado “Gremio de aventureros”. Él recordaba vagamente haber visto un lugar así hace demasiado tiempo, por lo cual se dirigió allí, abriendo las puertas y entrando ese Gremio.
El interior tenía mesas y sillas de madera, una zona de recepción, en la cual habían 2 chicas, las cuales atendían a los aventureros, los cuales estaban por toda la zona, sentados y discutiendo, hablando, tomando cervezas y demás. También observó un lugar el cual era un tablón enorme en donde se colgaban papeles, los cuales incluían misiones a cambio de un remuneración, y luego de todo eso, el inmortal recordó un poco de su pasado.
Aquel nombre olvidado hace siglos, “Jason, Mil Cortes”. Recordó aquel tiempo en el cual había entrado a un gremio, para poder ganar dinero y ayudar a su familia, de la cual no recordaba mucho. Era conocido por su larga espada y que también se veía frágil, con una punta rectangular en vez de triangular, su apodo venía de la velocidad que tenía con su arma, los cortes parecían destellos que iban y venían desde cualquier dirección, y que al final de la pelea, el enemigo, quedaba con innumerables cortes.
—(Con que… Había olvidado eso… Je… Supongo que fueron buenos tiempos)— Pensó Jason mientras recordaba un poco más.
Él tenía su grupo para salir de aventuras, pero no recordaba sus nombres ni caras, por lo cual decidió dejar de recordad y suspirar, para tratar de seguir con su misión.
—(Supongo que estos recuerdos me servirán en algún momento)— El inmortal iba a salir de allí, pero unos sonidos repentinos hicieron que no lo hiciera.
—HA!, mira a esta niña, es perfecta para convertirla en una esclava, ¿no te parece?— Dijo con una voz grave y que resonaba por casi todo el gremio.
Aquel tipo era un aventurero, sin pelo, alto y muy gordo, pero se le veía la suficiente fuerza como para ser un aventurero, uno problemático. Estaba molestando a una chica Semi humana, mitad humano mitad gato, la cual era una niña que no superaba los 14 años. Al lado de este aventurero, habían 3 más los cuales estaban disfrutando molestar a esta indefensa chica.
—(Un semi humano… Ahora que lo pienso, mientras caminaba y corría por la ciudad, no vi a casi ninguno… Y a los que vi, la mayoría tenían un collar… Supongo que eran esclavos…)— Pensó el inmortal mientras miraba la escena con indiferencia.
—¡Haahaa!, oye niña, cuando te digo que hagas algo, lo tienes que hacer bien… O te va a pasar algo como, ¡ESTO!— Aquel aventurero le dio una patada a la niña y comenzó a golpearla mientras esta se retorcía sin casi hacer ruido en el suelo.
Jason, estaba en la puerta del gremio, sin moverse mientras escuchaba la situación de fondo.
—(¿Por qué?… Quiero irme de aquí pero… Siento que no debería hacerlo aún… Sus problemas no me interesan… Pero aún así siento que debo hacer algo… Es muy extraño…)— Pensaba el inmortal mientras recordaba a Lucy.