MTSR Capítulo 13 Subasta Anual II
¿Esto es una broma del destino? A quién diablos se le ocurre comprar una ciudad entera, más aun si es Obscuris. La ciudad maldita de Obscuris, nacida en un tiempo anterior al Imperio fue una ciudad prospera y llena de riquezas debido a su ubicación geográfica, ya que está emplazada en una gran planicie en medio de altas montañas, estas montañas llamadas “las hermanas” le ofrecen una gran protección ya que bloquean toda entrada masiva, la única forma de entrar a la planicie es por estrechos túneles, escalando las montañas o a través de cielo. Pero eso no es todo, su cercanía con el mar y el bosque le permiten acceder a diversos recursos ¿El problema? Básicamente hace unos cuantos siglos fue atacada por una criatura salida de las más oscuras pesadillas, dicha criatura arrasó la ciudad y mato a cada ser viviente en ella. Tuvo que intervenir el recién formado Imperio, el reino de Lock y la Iglesia de Nuestro Señor y tras variados sacrificios pudieron asesinar a la criatura, pero eso solo fue el principio del problema, ya que al morir, la bestia, soltó una gran cantidad de miasma volviendo estéril la tierra y el aire irrespirable. Durante varios siglos varios intentaron recurar Obscuris, pero nadie lo ha logrado. Y todo eso no es lo peor, Obscuris fue el lugar donde murió mi padre. Mientras pensaba en eso alguien jalo mi hombro, era Victoria.
– ¿Estas bien Ale? Estas más pálido que de costumbre.
– Lo siento, estaba perdido en mis pensamientos ¿Qué me perdí?- Dije.
– Casi dos grupos de subasta amo señorito, ahora solo quedan dos grupos más de cosas para que esto termine.- Respondió Nadja
– ¿Paso ya nuestro cebo?- Pregunte.
– Aun no Maestro, está en el último grupo. Ahora vienen los objetos de la herencia del Señor Gabriel Gaminidez. Por lo que pude averiguar, el lote incluye desde obras de artes hasta esclavos, creo que deberíamos prestarle atención. – Dijo Lowe.
– Si – dije casi sin ganas, el asunto de Obscuris aun daba vueltas en mi cabeza.
Como dijo Lowe los objetos de la familia Gaminidez eran variados, hace poco murió el ultimo descendiente de la familia, así que el imperio tomo sus propiedad y vendió todo aquello que no el Emperador no quisiera. Entre los objetos salieron hermosos cuadros y tapices que los postores se pelearon a muerte, también salieron cosas de uso diario y artículos de oficina, luego artículos personales y finalmente casas y edificios. Compre la biblioteca, todos los materiales de oficina y una hermosa colección de monóculos. También compre ropa de gala y vestidos para Victoria, si quería que ella fuese la cara visible de la familia debía adornarla. Luego llegaron los esclavos, se sabía que la mayoría de los esclavos útiles ya habían sido tomados por el Emperador, pero la mayoría de los postores esperaba que saliera alguna buena oferta. Al final resulto ser como lo predije, pocos esclavos útiles aunque muchos con muy buena apariencia aunque un lote de niños y uno de ancianos fueron comprados por el precio mínimo, ese 322 tenía un extraño gusto y una extraña habilidad para comprar lotes por el precio mínimo.
Terminado esos lotes y venia un pequeño descanso, se nos sirvió comida, llevábamos más de seis horas en este lugar y el cansancio empezaba a mellar la voluntad de varios, aun así no se rendirían tan fácil ya que el ultimo lote era tanto un espectáculo como una apuesta en sí. Eran los objetos agregados a última hora. Eran objetos especiales, algunos ni siquiera se sabía bien que eran y entre ellos se encontraba el cebo que había puesto especialmente. Los objetos comenzaron a subastarse y el público enloqueció, muchas cosas superaron fácilmente la barrera de las 50 monedas de oro y si no fuese por Victoria que me detuvo yo también me hubiese sumado al frenesí. Finalmente salió mi cebo, un lingote de Lágrima de Diosa.
Lagrima de Diosa era un mineral proveniente de las tierras frías del sur, se daba en lugares donde el frio era capaz de helar la sangre dentro de tu cuerpo provocando una muerte dolorosa. No es un metal usado en armas o armaduras debido a su dureza, pero para un mago que practique magia de hielo, como Charles el hermano mayor de Sir Valer, es un excelente catalizador. Apenas comenzó la subasta oí la voz de Charles ofreciendo el mínimo, rápidamente alguien pujo más y comenzó a subir el precio del metal, en una subasta normal llegaría a unas 100 monedas de oro ya que a pesar de que es un objeto raro no es muy popular. Pero, hace unos días, alguien comenzó a esparcir rumores de que se subastaría un lingote de Lágrima de Diosa, suficiente como para hacer un hermoso bastón. Dichos rumores hubiesen quedado solo como rumores si no fuese porque el personal de Tenebrere comentaba sobre el asunto, pero extrañamente solo cuando había magos de hielo cerca, cosa que también ocurrió en el taller Laster, en solo dos días el rumor se esparció por la Capital Imperial, atrayendo a variados magos de hielo a la subasta. Así que cuando la subasta llego a las 500 monedas de oro no me sorprendí, aunque cuando se vendió a un imperial a Charles casi me caí de la silla, el de verdad quería ese lingote.
Pasaron un par de lotes poco interesantes, cuando salió el objeto que casi provoco mi muerte. Por culpa de Nadja se había corrido el rumor que yo colecciono bestias mágicas y de que compre casi todas las bestias de una tienda ilegal cuando fueron decomisadas, pues resulta que Valer practica un extraño tipo de magia en el cual absorbe las fortalezas de las bestias que el mismo mata y come, pero solo funciona con ciertas criaturas, la mayoría raras. Así que al saber que me habían enviado una invitación a la subasta quiso deshacerse de mi para poder comprar libremente este lote, sinceramente si no me hubiese atacado ni siquiera hubiese venido a la subasta, tienes muy mala suerte Valer.
Seguramente pensaran ¿Qué bestia es esa? Pues son Bullet, mejor conocidos como tiburones de tierra. El lote consistía de una Madre y cinco crías. Si nunca has visto uno su apariencia te sorprenderá, piensa en un tiburón sin cola, con cuatro patas y su cuerpo cubierto de duras escamas similares a una armadura, eso es un Bullet. Por lo que pude averiguar Vallen necesita a lo menos tres de estas bestias para desbloquear algo de su práctica mágica, pero ya que me intento matar no obtendrá ninguno. Sé que su presupuesto actual es solo de 50 monedas de oro y que el de su hermano debería estar cercano a las 200 monedas de oro ¿Cómo sé eso? Fácil, en esta subasta uno debe declarar cuánto dinero tiene a mano, esto se hace para evitar las sobrepujas o que un noble se endeude, en teoría esta información es secreta pero mientras registraba la Lagrima de Diosa, Nadja se aseguró de copiar esa información para mí, si no fuera por sus manías ella sería un excelente seguidor.
La subasta comenzó e inmediatamente puje dando la cifra de 251 monedas de oro, lo hice de tal forma que cualquiera con dos dedos de frente sabría que era el Conde Guld quien pujo, pensé que alguien más pujaría pero nadie más lo hizo, eso fue un poco extraño, mientras pensaba en eso, Lowe dijo:
– Maestro, nadie más pujara, Nadja corrió la voz de que cuando usted quiere una criatura un imperial es poco y ya que nos registramos con un capital de un imperial y medio dudo que alguien quiera competir.
Maldije y agradecí a Nadja en mi interior, había cumplido dos de mis tres objetivos el día de hoy. Pero esto aún no terminaba, espere tranquilamente a que la subasta terminara, pero él llego antes de lo que esperaba.
– ¡MALDITO! ¡ESAS BESTIAS DEBÍAN SER MÍAS!- Dijo una voz chillona mientras alguien pateaba mi puerta, obviamente era Vallen. Lo mire y fingí ignorancia – ¿Dónde estás Conde Guld, acaso me temes?
– Disculpe señor, yo soy el Conde Guld y me temo que no sé de qué habla- Dije con mi voz y cara más tierna, según Myrd daba miedo verme así ya que casi parecía que era un niño inocente.
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– ¡¿Qué diablos?! Eres solo un niño.
– Así es ¿Acaso hice algo que lo ofendiera?
– Cállate mocoso – Dijo mientras me soltaba un puñetazo tan fuerte que me empujo contra las cortinas del palco, hubiese caído si no hubiese agarrado las cortinas haciéndolas caer. – Me darás esas bestias que compraste y todo tu dinero o te matare.
– Señor, yo no he hecho nada, compre esas cosas de manera limpia –Dije tiernamente otra vez.
– CALLATE Y OBEDECE- grito mientras me sujetaba del cuello.
En ese instante un hombre apareció de la nada y golpeo fuertemente el estómago de Vallen haciéndolo caer, el hombre era alto y de cara simple, vestía completamente de blanco y cualquiera que lo viera sabría que era parte de la guardia imperial.
– Sir Vallen, debido a sus crímenes contra la nobleza será tomado como prisionero y juzgado. – Dijo el hombre
– ¡CALLATE MIERDA!- Grito Vallen, el guardia real lo volvió a golpear, pero mientras lo hacía Vallen soltó algún tipo de magia que corto la cara del guardia. El guardia toco la sangre de su cara y lanzo a Vallen al escenario, estábamos en el tercer piso así que el golpe de la caída le quebró un par de huesos a Vallen.
– Bajo mi calidad de Principe Imperial, yo Alejandro el tercero declaro que el señor Vallen no solo se ha conformado de manera impropia, sino, también, a caído en los siguientes crimines: Ofensas contra la Alta Nobleza, Violencia contra la alta Nobleza, Violencia contra la guardia Imperial y resistirse al arresto. Ordeno su arresto ¿Alguna objeción? – Dijo con una voz firme un muchacho de unos veinte años con piel perfecta y cabellos dorados, su rostro perfectamente hermoso y aura noble demostraban que él no era otro más que el futuro emperador. Cuando el guardia lo estaba parando vi como Charles se paraba para interceder, pero ocurrió algo que no se esperaba. Del bolsillo de Vallen cayó un pequeño objeto de madera, era una simple tablilla pero al verla el guardia se asombró, rápidamente se la lanzo al Príncipe quien la tomo en el aire para luego gritar:
– A todo esos cargos, se le suma uno más, traición – La sala quedo en silencio y Charles cambio su rumbo hacia la salida abandonando a su hermano, esperaba más de él. Lowe me ayudo a pararme y al ver la cara de curiosidad de Nadja le explique:
– Es una tablilla de códice, parece simple madera pero es un artefacto mágico que usan los rebeldes para comunicarse.
– ¿Ese tipejo es era un rebelde?- Pregunto Nadja.
Me quede en silencio y le guiñe un ojo, ella sonrió. Sinceramente esperaba que la encontraran cuando lo metieran al calabozo, generando así que Charles también se metiera en problemas por interceder por él, pero el efecto dramático de que cayera justo en ese momento fue increíble ¿Qué cómo sabía que él tenía una tableta de esas? Bueno, técnicamente él no la tenía, pero quizás un muchacho que ordeno a sus seguidores y animales no intervenir mientras lo golpeaban tiene algo que ver con el hecho de que esa tablilla haya terminado en el bolsillo de su chaqueta.