El príncipe nigromante - Capítulo 13 - Recuperación y una vieja conocida.
Recuperación y una vieja conocida.
Robert se encuentra sentado en la cama y en el fondo se logra escuchar gritos de victoria y voces de alivio para finalmente celebrar. Algunos hicieron visita a Robert y Alex para agradecer y desear una rápida recuperación. Algunos minutos después todos se fueron y solo quedaban Robert, Elniz y el inconsciente Alex.
«Muy bien, parece que todo terminó.» Dice Elniz mientras se estira. «Ya puedes irte si deseas Robert, solo no te sobreesfuerces y estarás bien. Vendré cada 4 horas a revisar el estado de Graid y con suerte se recuperará pronto.»
«Entiendo, entonces me iré. Muchas gracias por todo Elniz y cuida bien de él, se esfuerza mucho más de lo que debería.»
«Dejamelo a mi.» Elniz sonríe cálidamente y Robert se marcha. Momentos después ella saca varios instrumentos, plantas y un libro mientras suspira. «No es lo mismo aprender sola que con mamá.» Dice un poco triste y empieza a leer. Ella pasa algunas horas haciendo medicinas mientras y revisaba a Alex cada 4 horas y en el anochecer ella guardó todo con una mirada cansada. Finalmente ella se va a una de las camas de la tienda y se queda completamente dormida aún con olor a plantas medicinales.
Durante toda una semana Alex permaneció inconsciente. En ese tiempo, cada vez que los malestares regresaban Elniz se encargaba de sanarlo. Para el agua, le pedía ayuda a un mago de agua para que Alex bebiera de forma correcta al guiar el agua al esófago y con la comida básicamente lo hacían papilla y lo combinaban con el agua. Una vez al día Elniz le cambiaba la ropa a Alex, le ponía vendajes que tenían medicina hecha con plantas mágicas de bajo nivel para ayudar a la recuperación pero antes de eso, ella con una toalla mojada lavaba su cuerpo de caderas para arriba y sentía caliente cuerpo de Alex bajar un poco de temperatura.
Cabe recalcar que dentro de la cultura ephiriana, es bastante normal bañarse todos los días, incluso llegando a bañarse 2 o 3 veces al día por parte los nobles y gracias a eso muy rara vez a sucedido alguna epidemia. Dentro de las ciudades ephirianas se podían encontrar muchas casas de baño y eran uno de los sitios donde más se socializaba incluso en la alta sociedad, aunque ellos usaban sus casas de baño privadas.
Las casas de baño ephirianas se dividen en masculino, femenino y mixtos que es donde suelen ir las parejas (o gente que desea encontrar una, siendo un sitio donde ha unido a muchas parejas al ser un lugar muy concurrido), tienen taberna donde ofrecen bebidas de todos los tipos y comida y ofrecen hospedaje para los viajeros. En días festivos, los baños son gratuitos pero el resto del año se tiene que pagar una pequeña suma de dinero.
Durante esa semana Robert en cambio se recuperó por completo y siguió como uno de los cocineros y se terminó convirtiendo en el jefe de cocina antes de siquiera saberlo. También practicó y mejoró un poco su control mágico y ayudaba en la cacería y recolección de hongos, frutas y vegetales silvestres.
Una vez Alex despertó, Elniz rápidamente empezó a hacerle pruebas físicas, mágicas y mentales dentro de la tienda.
«Parece que todo está bien ¡Perfecto, felicidades por la recuperación!» Dice alegremente.
«¿Entonces ya me puedo ir?»
«Si, solo no te vuelvas a sobreesforzar. Tu cuerpo sigue débil»
«Gracias por todo Elniz.» Sonríe con gratitud. «Muy bien, entonces voy a Ephiros, ya perdí demasiado tiempo con mercenarios, soldados e inconsciente.» Dice un poco molesto.
«¡Alto allí!» Dice Elniz protesta mientras cruza los brazos. «No te sane sólo para que te suicides en lo profundo del bosque. Ese lugar es aún más peligroso y hay cosas peores que un val gabil. No iras.»
«El bosque no es peligroso si sigo el camino, de hecho llegue a Aedar desde Ephiros y solo me encontré con unas aves terrum y ratas gigantes. La única razón de haber encontrado un val gabil fue por desviarnos del camino.»
«¡Aún así! ¡Te acabas de recuperar, no puedo permitir que te vayas!» Dice con intensidad.
Alex dice en voz baja. «Por la diosa Lilith, te pareces a mi hermana cuando…» Entonces para en seco para decir otra cosa. «En todo caso, debo de ir y no hay nada en el mundo que me detenga.»
«Llamaré a Robert.» Dice casi de forma infantil, como si estuviese apunto de llamar a su padre para acusar a su hermano mayor.
Alex se sorprende. «Muy bien, hazlo.» Dice en tono de reto.
«¡Lo voy a hacer!» Se marcha mientras se queja en voz baja para después de unos minutos traer a Robert mientras Alex pensaba ‘No puedo creer que realmente lo haya hecho’.
«A ver, ¿Cuál es el problema?» Dice con tono diplomático.
«¡Este tonto quiere suicidarse!» Ante esas palabras Robert mira a Alex de la misma forma que uno miraría a un loco.
«Lo que ella quiere decir es que quiero ir a Ephiros.» Dice con calma.
«¡Y no voy a permitir que se vaya, se acaba de despertar!»
«¡Por los dioses, en la guerra los magos iban hacia el frente justo después de recuperarse!»
«¡Pero ya no estamos en guerra y tu no peleaste en ninguna!»
«¡Pero fui entrenado para una!»
«Graid, creo que Elniz tiene razón. Acabas de despertar y tu cuerpo sigue estando débil por la falta de movimiento, además de que tu magia puede llegar a fallar. ¿Por qué no vas otro día?»
«Eso no volverá a funcionar Robert. Incluso si mi cuerpo está débil y yo no puedo pelear, mis muertos pueden hacerlo por mi.» Sonríe con seguridad «¿Acaso olvidaron que soy?»
Elniz suspira derrotada. «Muy bien, es cierto que eso básicamente cubre casi todas mis preocupaciones pero todavía queda una, ¿Cuando regresaras?» Entonces mira con preocupación.
Alex sonríe y pone su mano en el hombro de Elniz. «Prometo tardar lo menos posible.»
«¡Esa no es una respuesta!» Dice con falso enojo. «Solo no te lastimes. Si lo haces me aseguraré de sanarte de la forma más dolorosa.»
Alex ríe ante la amenaza. «Entonces no me dejaré lastimar.» Mira a Robert. «Te dejo a cargo. Una vez regrese inicia el trabajo de verdad, liberaremos a nuestra gente de la esclavitud, mientras tanto, protege a esta gente.»
«¿A qué te refieres trabajo de verdad?»
Alex sonríe y dice con determinación. «Liberaremos toda Ephiria y tengo muchas ideas que nos pueden ayudar para eso.»
Robert asiente con seguridad. «Ten cuidado Graid, yo me encargaré de todo aquí.»
«Gracias.»
Alex estaba a punto de irse pero Robert le detiene. «Pero antes, ¿Cuál es tu nombre completo? Yo… tengo mis sospechas Graid, tu no eres alguien normal, eso lo supe desde que te conocí.»
Alex se detiene y piensa un poco en su respuesta para después decir. «Una vez regrese, prometo decirlo. Solo no te sorprendas y… te pido que nuestra amistad no cambie por eso.»
Dice Robert con su típica voz alegre. «Oye, si lo dices de esa manera significa que me voy a sorprender así que no que pidas eso.» El pone su mano en el hombro de Alex. «Y te aseguro que nuestra amistad no cambiará.»
Alex solo asiente con una sonrisa forzada. «(Espero que sea así.)» Piensa.
Unas horas más tarde Alex se va e inicia su marcha.
El tardó pocos días más en llegar de lo normal por su debilidad pero en cuanto una bestia le atacó, rápidamente lo mató con su ejército, lo reanimó y se montó en el. En el camino no encontró ninguna amenaza considerable por lo que se terminó recuperando por completo y en la noche ponía en guardia a 20 esqueletos con lanzas de hueso.
Después de cruzar el bosque, él llegó a la ciudad y se encontró con sus caballeros en la plaza frente al palacio.
«¡Su alteza ha regresado!» Grita uno de los caballeros no-muertos. Rápidamente todos forman varias columnas y filas para después arrodillarse. En el frente se encontraban 3 capitanes, siendo uno de caballeros, otro de magos y finalmente el de arqueros.
«Alcen la cabeza.» Todos obedecen inmediatamente. «Reporten.» Dice autoritariamente y sin el más mínimo toque del Alex social.
«¡Si su Alteza!» Dice el caballero. «No ha sucedido ningún evento de importancia más que algunos cuantos buscatesoros de los cuales nos encargamos.»
«¿Qué hay de las estructuras?»
El mago responde. «Hemos reconstruido partes del palacio y varios hogares para cuando vengan compatriotas a la capital. También hemos reparado los muros interiores.»
«Perfecto, ¿Qué hay de las bestias?»
El arquero responde. «Hemos acabado con todas las amenazas cercanas. Ninguna bestia se acercará a la ciudad y todas las que se encontraban en ella fueron liquidadas.»
«Buen trabajo. Todos pueden levantarse y continuar con sus trabajos. Deseo estar solo por el momento.»
«¡Entendido!» Dicen los 3 pero el caballero pregunta. «Con todo respeto su alteza pero ¿Cómo son las cosas allá afuera?»
Alex suspira con tristeza. «Muy malas. Apenas cuando llegué a Aedar me encontré con mercenarios patrullando las calles. La ciudad es solo un vestigio de lo que alguna vez fue y habían esclavos en almacenes. Todos eran de los nuestros así que los libere y ahora están establecidos en el interior del bosque. Planeo llevarlos hasta aquí pero me temo que algunos morirán en el camino. Ellos no son combatientes y no puedo protegerlos solo, además de que todavía no tengo asegurado una ruta para suministrar la ciudad.»
«¡Los alusianos pagarán con sangre!» Dice el caballero con furia.
«Lo harán en su debido momento, pero no todo es malo. Mercenarios planean un levantamiento al suroeste de Ephiria. Eso nos dará tiempo para crecer y de paso los ejércitos de Alusia y Erova se debilitaran.»
«¿Levantamiento mercenario? ¿Fueron tan idiotas como para confiar en mercenarios de la Confederación Catádica? ¿Acaso no recuerdan cómo el Imperio de Catadia cayó?»
«La incompetencia de algunos puede acabar con todos, es lo único que puedo decir de ellos, pero los mercenarios actuales tienen el renombre de ser muy leales a sus compradores, así que es altamente probable que estos mercenarios sean de las facciones remanentes que al ser incapaces de unificar Catadia, decidieron ir a crear una nueva nación.»
«Y el mejor lugar para eso es aquí.»
«Exacto. Después de la guerra Alusia quedó pobre y débil, así que compraron mercenarios baratos junto a Erova para los trabajos de patrulla y defensa en las ciudades y caminos. Al final del día eso les salió más caro y nos beneficia a nosotros.»
El Imperio de Catadia se origina en el extremo noroccidental del continente y llegó a conquistar la mitad de Alusia en su momento y sus antiguos e inexistentes vecinos. El imperio estaba decayendo de forma bastante rápida debido a la corrupción de las autoridades, inseguridad, piratería en la península norte, disputas internas entre nobles, guerras civiles y finalmente debido a varias generaciones de emperadores incompetentes que se mataban entre ellos por el trono y se preocupaban más en tener se*xo con sus primas que gobernar debido a que tenían que mantener ‘la sangre pura’ y que la familia tenga control total del imperio, en vez de tener a gente competente.
Gracias a estos problemas internos los mercenarios que eran cada vez más contratados lentamente ganaron más y más poder hasta el punto de que algunos fueron nombrado nobles de medio y bajo rango. La gota que colmó el vaso fue la guerra de independencia del reino de Zegral. Zegral, un país en el sur del imperio y país vecino del oeste de Eritia, se había cansado de la ineptitud del imperio así que inició una guerra la cual terminó ganando debido a su gran ventaja defensiva, debilitando aún más al imperio.
Para ese entonces más de la mitad de los nobles menores eran mercenarios y algunos encontraron la manera de ganar más tierras, mientras que otros pelearon por la supervivencia de lo que ahora consideraban su hogar y defender a quienes ahora eran su gente. Al mismo tiempo, algunos países menores peleaban por su independencia. La guerra duró 22 años.
Al ver que todos se habían debilitado, Alusia aprovechó y reconquistó sus tierras, a varios de sus ex-vecinos y ejecutó a todos los antiguos mercenarios, solo dejando a los nobles hasta llegar cerca del tamaño que tiene hoy. Eritia también aprovechó y conquistó su parte noroeste. Otro país al sur de Catadia y vecino de Zegral, Taidara, hizo lo mismo y conquistó todo su territorio perdido y consiguió aún más. Este periodo de invasiones se desarrolló poco después la guerra civil.
Al ver que poco a poco estaban desapareciendo, los pequeños estados y reinos de Catadia se confederaron y nombraron a un comandante supremo para poderse defender y fue efectivo ya que pararon por completo las invasiones después de 64 años. Hoy en día dentro de Catadia existen algunas facciones tanto mercenarias como nobles con el deseo de unificar Catadia una vez más bajo su propia bandera y algunas escaramuzas ocurren anualmente pero estas no suelen afectar a la población general, además de que estos deseos están desapareciendo lentamente debido a la prosperidad de la zona.
Mientras que los nobles suelen controlar ciudades y sus pueblos, los mercenarios controlan fortalezas y pueblos, de esta manera los mercenarios cobraban impuestos para pasar por sus tierras a cambio de seguridad de los caminos y zonas cercanas y en ciertos casos vender sus espadas, mientras que los nobles cobraban impuestos para la entrada, salida y servicios públicos pero a cambio los impuestos para comerciar eran muy bajos, haciendo que las ciudades sean prósperas y visitadas por comerciantes.
El Imperio como tal vivió 473 años y la Confederación Catádica lleva viva 181 años funcionando en una extraña pero funcional simbiosis.
«Bueno, si eso es todo, todos pueden levantarse y continuar con sus actividades. Me retiro.»
«¡Que el velo de la diosa le proteja!» Gritan los hombres para después pararse y seguir con sus cosas.
Alex sa va caminando por las masivas y abandonadas calles de Ephiros hasta llegar a un jardimortum o jardín de los muertos, un cementerio para nobles que debido a su gran cantidad de flora, tanto árboles como de plantas, se asemeja a un enorme y hermoso jardín o un gran campo floral, siendo únicos en el continente. Los árboles y flores son de todos los colores para representar cada elemento y a lado de estos árboles hay panteones familiares. Lamentablemente debido a la falta de cuidado, el jardimortum se encuentra en malas condiciones.
Alexander camina específicamente a un panteón rodeado de árboles y flores con hojas violetas, representando una familia de magos oscuros y arriba de la entrada destruída aparece escrito ‘Familia Aelyr del ducado Astir’.
Alex para, suspira y entra en el oscuro sitio. Al hacerlo, encuentra que todo el interior fue saqueado (Los magos oscuros pueden ver en la oscuridad, aunque no con claridad como en el día.) y él no pudo evitar liberar una fuerte intención asesina pero se calmó poco después y continúa caminando entre todos ataudes de piedra con escrituras talladas de la persona en el interior. El encuentra el ataud que buscaba y reposa su mano en esta.
En la cubierta del ataud estaba escrito:
Graid Grando Aelyr de Astir
En caos viviste y en paz descansas.
597-613 D.F.E (Desde la Fundación de Ephiria.)
Gran amigo, hijo y hermano.
Que el eterno velo de la diosa te proteja.
Alex vuelve a suspirar pero en su espalda escucha algo, saca su espada y se pone en guardia.
«¡¿Quién es!?»
«Lo mismo me pregunto, ¿Qué haces en la tumba de mi hermano en su cumpleaños? ¿Tanto deseas morir ladrón?» Dice una voz femenina con intenso odio.
«(¿Hermano?… ¡Imposible!)» El corazón de Alex latía con fuerza mientras el miedo y alegría extrañamente convivían al mismo tiempo dentro de Alex. «(Oh mierda…)»
«¡Ene-!» Antes de decir el nombre de la mujer, es brutalmente atacado por una rafaga de cortes.
«¡Muere!» Más ataques se disparaban rápidamente y Alex bloqueaba pero no contratacaba.
«¡Alto, escuchame!» Las chispas que se creaban en cada choque dejaba ver un cabello rubio y una cara que lagrimeaba. «(Veo que has sufrido mucho Enea…)» Piensa con pesar.
«¡Te escucharé gritar de dolor si eso es lo que quieres!» Ataques aún más agresivos se generaban por su parte. «(¿Por qué? ¿Por qué no pueden dejar descansar a mi hermano? ¡Ya estoy harta! ¡No encontrarán nada! ¿Por qué siguen buscando?)» Piensa con dolor.
«¡Enea!» Grita Alex y justo después la espada de la mujer para justo en su cuello.
«Tu… ¿Cómo sabes mi nombre?» Dice mientras retrocede y se pone en guardia.
«Hermana menor de Graid Grando Aelyr de Astir, Enea Raline Aelyr de Astir, tu fruta favorita es la manzana, eras tan buena y tenías tan buen talento con la magia negra que te adelantaron 2 años en la academia de magia y por consiguiente te dieron un maestro privado, tu estación favorita es la primavera…»
Enea vuelve a cargar y pone su espada en el cuello de Alex. «¿Quién eres y cómo sabes esas cosas?»
«Soy Alexander, ya sabes, el amigo de tu hermano.»
Enea empuja un poco más su espada. «Buena broma, él murió en esta ciudad. Si quieres convencerme intenta algo mejor.»
Alex dispara su mano hasta la cabeza de Enea. «¡[Compartir memoria]!»
Entonces las memorias de Alex inundan la cabeza de Enea, desde el momento en que Alex y ella se conocieron hasta el momento de ahora. Obviamente el omitió una gran cantidad de recuerdos que eran innecesarios para convencerla.
Enea tira su espada, retrocede y cae de rodillas. «¿Cómo es posible? Tú… habías muerto…» Ella piensa impactada. «(Es cierto… su voz es la misma… y los recuerdos no mienten… por favor Alexander, perdoname…)»
«¿Ahora me crees?» Alex guarda su espada mientras ella asiente, se para y corre para abrazar, poniendo su cabeza en el pecho de Alex. «Ahora, esto es inesperado.» Dice sorprendido.
«¡Por favor perdóname!»
«¿De que te debería perdonar?» Pregunta completamente extrañado y confundido.
«Por culparte de su muerte hace años, a pesar de que tú me protegiste hasta la muerte, aún si te odiaba y te lastimaba. Perdón por los problemas que te había causado. ¿Sabes lo mucho que te quise decir esas palabras? Por favor… perdóname.» Dice con tristeza y lágrimas en sus ojos.
Alex regresa el abrazo. «Solo estaba cumpliendo una promesa, y puedo entender porque me odiabas. Por mi culpa tu hermano murió.»
Enea niega con la cabeza. «Ya no necesitas cumplirla, tu promesa fue cumplida en el momento en el que moriste. En cuanto mi hermano, no fue tu culpa y tardé mucho tiempo para darme cuenta de eso…»
«Yo… no sé qué decir.»
Enea niega con la cabeza. «Solo quiero tu perdón, necesito escucharlo.»
Alex sonríe. «Está bien, te perdono a pesar de que nunca te culpé.»
«Gracias… ¿No eres un fantasma verdad? ¿No es un sueño?»
Alex ríe. «Tranquila, todo es real… Eneana.»
Enea da un pequeño pellizco. «Ya sabes que no me gusta que me llames así.»
Alex vuelve a reír. «Pero a mi me gusta.»
«5 años y sigues siendo igual de molesto.»
«Jeje, pero es divertido molestarte.»
El abrazo sigue unos segundos más hasta que Enea se separa y aleja un poco. «Voy a salir, parece que querías hablar con mi hermano.» Se limpia las lágrimas.
«Supongo que tu también ¿verdad? Yo puedo esperar.»
«Tu llegaste primero así que vas primero.»
«Muy bien, en un rato hablamos. Hay muchas cosas que discutir.»
«Demasiadas. Muy bien, me retiro.» Enea finalmente da la espalda y se marcha.
Alex suspira con alivio y sonríe. » Hola amigo, ¿Te sorprende que siga vivo verdad? La verdad, no puedo decirte mucho más de lo que ya te he dicho antes pero debo decirte que gracias a ti, me has dado muchas razones para vivir, me has enseñado a ser fuerte y a pelear por lo que amo y te agradezco mucho por eso. Te extraño y espero que estes disfrutando en el otro lado. Por cierto, ya se que lo sabes pero ¡tu hermana sigue viva! y me alegro mucho por tí, de verdad, así que mi promesa sigue viva, la protegeré como tu querías a pesar de lo que ella dijo. Descansa en paz amigo, porque tu ya viviste en el caos de este mundo. Adiós y feliz cumpleaños Graid, a pesar de que ya no puedas crecer más.»
Alex finalmente se da la vuelta y le avisa a Enea que es su turno. Tiempo después ella también sale.
Una vez ambos afuera, Alex ve a una mujer en sus 21 de 1.65 m de altura, un bello cabello rubio fino y ondulado que llega hasta la mitad de la espalda, ojos medianos de color ámbar, piel blanca, un busto de copa C y con un cuerpo curvilíneo. Ella va vestida con un gambesón negro y pantalones del mismo color con botas cafés.
«Te has vuelto más hermosa Enea.» Dice con una sonrisa. «
Ella da una pequeña risa. «Tu no has cambiado nada. Mira, incluso tienes el mismo cabello desordenado.» Se burla.
«Pero sigo siendo más alto que tú, Eneana.»
«¡No me llames con ese nombre!» Dice falsamente molesta pero después sonríe. «Pero hay algo que sí ha cambiado.»
«¿Qué es?» Pregunta curioso.
«Tu actitud y tus ojos, principalmente tus ojos. Antes eran vacíos y faltos de vida pero ahora son mucho más brillantes y llenos de esperanza. Me gustan mucho.»
Alex se sorprende y finalmente sonríe. «Gracias.» A lo que Enea responde con una sonrisa y pequeña risa.
Ella respira hondo y suspira. «Creo que es hora de hablar de asuntos más importantes, como por ejemplo tu grupo.»
«Tienes razón. Hay que dar un paseo mientras tanto.» Enea asiente y ambos caminan por el jardimortum.
«Bien, podemos integrar a tu gente con los míos en el norte. El alimento no será un problema ya que tengo una ruta de suministros pero nuestro líder fue apresado y está retenido en un fuerte. Pensaba que podrías ayudarnos a liberarlo ya que tu eres literalmente un ejército aparece de un solo hombre, además de que de esa manera te ganarás el respeto de la gente y te seguirán.»
Alex asiente y pregunta. «¿Quién es el líder?»
«Un mago de séptimo nivel de elemento aire cuyo nombre es Larnon Gardán de Abiz. El es un conde cuyas tierras fueron tomadas y dadas a la Iglesia del Guía Abaladel, el Dios de la Luz. El es mucho mejor que yo en varios aspectos y es mucho más experimentado que yo, así que él es el líder, pero ahora yo estoy al mando.»
Alex se sorprende pero se mantiene en calma. «Ya veo. ¿Por qué no lo han liberado ustedes? ¿Qué dificultades se encontraron?»
«Aunque contamos con algunos asesinos, el enemigo está custodiando la fortaleza con muchos magos de luz así que entrar es casi imposible sin ser detectado, mucho menos salir con un herido cuya mana sale disparada a todos lados.»
«Ya veo ¿Sabes que le están haciendo?»
Enea dice enojada. «Lo torturan para conseguir información pero estoy segura de que no hablará.»
«¿Saben si será movido a otro lugar?»
«No, no hemos conseguido tal información.»
«Ya veo… bien, creo que puedo hacer algo. De hecho, ya tengo un plan, solo tendría que ver la fortaleza por mi mismo y conseguir algunos ayudantes.»
«¿En serio?» Pregunta feliz y sorprendida.
«Si, pero antes ayúdame a mover a las personas que están conmigo.»
«¡Te ayudaré en todo lo que pueda!» Dice con entusiasmo.
«Y más importante… me alegra que estés viva.»
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En el momentos después del abrazo entre Alex y Enea…
«(¡Joder, Enea realmente ha madurado!)» Piensa mientras recuerda la sensación de los pechos de Enea.
«(¡Joder, él sigue teniendo un buen cuerpo!)» Piensa Enea mientras recuerda la sensación de los músculos de Alex cuando regresó el abrazo.