El príncipe nigromante - Capítulo 14 - Viejos tiempos.
Viejos tiempos.
Alex y Enea se encuentran saliendo del jardimortum. Los árboles se sacudían por el viento y sonidos de pájaros se escuchan en los árboles de colores. Ambos Enea y Alex se encontraban ya calmados, como si se hubieran librado de un gran peso de encima. Por fín se sentían un poco más libres.
“Lonir… ¿Puedo hacerte una pregunta?” Dice un poco insegura.
“¿Lonir? Es bastante raro que me llames por ese nombre, la única persona en llamarme así era mi padre mientras que tú normalmente me llamabas por mi primer nombre.” Dice un poco extrañado.
“Me gusta más ese nombre que el de Alexander, solo que nunca te lo dije.”
“¿En serio?” Enea asiente. “Bueno, si ese es el caso pues llámame así, pero me tardaré un poco en acostumbrarme. Bueno, entonces ¿cuál es la pregunta?”
“¿Cómo… era mi hermano?” Mira a los ojos de Alex.
“¿A qué te refieres con eso? En todo caso tu deberías de saberlo.” Desvía la mirada.
“Bueno, no es mi culpa que él pasara mas tiempo contigo que conmigo, y no solo eso, ¡no lo vi por 2 años hasta que entregaron su cuerpo! Yo… no lo conocí tan bien como tu…” baja la mirada con tristeza.
“Yo… perdón. Te quite mucho tiempo valioso con él.” Dice con penuria.
Enea levanta la mirada y niega con la cabeza. “Ya no importa, por lo menos no fue desperdiciado en esas serpientes.” Al final da una sonrisa de burla.
Alex no pudo evitar reír. “Es cierto, recuerdo que en su momento muchas de las mujeres intentaban seducirlo por órdenes de sus familias para conseguir una unión, pero tu siempre te interponías.”
“¡Si si!” Ríe un poco. “Era realmente divertido, pero era aún más divertido ver como él te usaba para escapar. Sus caras se volvían pálidas al ver que mi hermano te abrazaba con afecto.”
“De hecho recuerdo que una se había sonrojado.” Su mirada se vuelve vacía. “Eso sin duda me causó escalofríos. Suerte la mía que usaba un falso nombre en público y que practicamente nadie reconocía mi cara.”
Por temas de seguridad, la familia real suele salir con nombres y títulos falsos. La única vez en la que Alex dió su cara al público fue cuando dio un discurso sobre la muerte de su padre y la guerra.
Enea ríe. “Me pregunto qué clase de escenas se imaginó en su cabeza.” Dice con burla.
“No creo que sean más raras que las cosas que se imaginaban contigo.” Alex contraataca.
Enea siente escalofríos y mira al vacío. “De verdad que hay gente enferma en este mundo. Deben de ser purgados.” Dice bromeando en la última parte… parcialmente.
“Entonces, querías saber cómo era tu hermano ¿cierto? Bien, era un completo idiota y al mismo tiempo era un genio, 2 caracteristicas que creí que no eran compatibles hasta que lo conocí.”
“¿Cómo funciona eso?” Dice curiosa.
“Inició accidentalmente una invasión de no-muertos dentro de la academia.” Dice con una orgullosa sonrisa.
“¿¡Que el qué!?”
“Si si, como escuchas. Para hacer la historia corta, nosotros los nigromantes llamamos a los muertos desde el inframundo por medio de un portal, forzamos su entrada a este mundo y los sometemos instantáneamente.”
“¿Entonces?” Pregunta expectante.
“Lo que él hizo fue algo similar, solo que en vez de forzar la entrada, usó su vitalidad como carnada, haciendo que los muertos salgan de forma voluntaria. Su idea era llamar a los muertos vivientes y someterlos conforme salgan. Al no ser forzados a este mundo, los no-muertos retendrían gran parte del aura no-muerta de su mundo, haciéndolos más fuertes pero allí radicaba el problema de tu hermano.”
“¿Por qué?”
“Él no llegó a medir bien a los no-muertos, por lo que él fue incapaz de controlarlos ya que eran por lo menos el doble de fuertes de lo normal, así que huyó para pedir ayuda y los maestros nigromantes lograron cerrar el portal con heridas mínimas. Por suerte el portal era pequeño y solo salían esqueletos y zombis. No quiero imaginar el caos que hubiera sucedido si salía un golem o peor, un liche o un dragón… o un liche montado en un dragón.”
“¿¡Eso pudo suceder!?”
“Si, aunque no lo creas hay registros de nigromantes invocando accidentalmente eso.” Dice nerviosamente. “Pero bueno, tu hermano fue brutalmente regañado y castigado por realizar tan peligroso experimento sin algún maestro, pero también dijeron que su idea era buena y que sería estudiada. De hecho creo que llegaron a hacer avances pero no conozco los detalles.”
“¿Y a nadie se le ocurrió hacer eso antes?”
“Nuestras investigaciones estaban dirigidas principalmente a formas en las que se podía mejorar la cantidad de muertos invocados, no su calidad, además, es bastante peligroso hacer cosas como esas sin los cuidados necesarios. ¿Por qué crees que las academias tienen una seguridad tan exagerada? Para evitar esa clase de cosas.”
“Ya veo, realmente hizo semejante estupidez.” Dice un poco decepcionada. “¿Pero cómo es que nadie supo de eso?”
“Se mantuvo en secreto, principalmente para proteger el prestigio de tu familia. Oh, y la razón del porque se eso es porque me vi accidentalmente involucrado. ¿Te imaginas lo que habría dicho la gente si se enteraban? Serían cosas como que tu hermano me intentó asesinar o algo así.”
“Y se habría convertido en un escándalo…”
“Exacto.” Sonríe. “Básicamente era idiota por ser alguien bastante descuidado en todas sus acciones, incluso insultó a un maestro mientras este estaba a su espalda. Intenté advertirle pero fue demasiado tarde.” Da una pequeña risa. “El le insultó por su voz chillona, diciendo que él tenía ‘una voz de una rata cojiendo una ardilla’ y cuando se dió cuenta de que el profesor estaba en su espalda, él se volteó y dijo con una gran sonrisa ‘¿Verdad maestro?’ Por mi lado tenía una cara seria pero por dentro moría de la risa y apenas podía contenerla.” (Autor: Historia basada en hechos reales jajajaja.)
“Si… recuerdo que fue castigado por algo como eso…” Dice aún más decepcionada.
“Pero fuera de esas… experiencias únicas, él en verdad era una muy buena persona y realmente lo admiraba. Era alguien que nunca se echaba para atrás y siempre me ayudaba a mejorar. Él fue mi primer amigo de verdad, alguien con él quien me podía abrir y confiar mi verdadera identidad. Para mi, él fue como mi hermano.”
“Ya veo…” mira al suelo. “(Entonces a él le dolió tanto como a mí…)”
” Entonces, ¿cómo se comportaba contigo?”
Enea reacciona. “¿Eh? Oh, Pues la mayor parte del tiempo era cariñoso conmigo y siempre me acariciaba el cabello para calmarme cada vez que despertaba.” Dice mientras se acaricia ella misma el cabello. “Me ayudaba a sobrellevar mis pesadillas y él siempre dormía conmigo. Mi hermano siempre esperaba a que yo durmiera primero.” Recuerda con cariño. “Yo le dí muchos problemas y casi no dormía.”
“Naciste con esa marca ¿verdad? [La marca de la mente sombría]. Mejora exponencialmente tu magia pero a cambio tienes constantes ataques nocturnos.”
En este mundo, no existen bendiciones ni maldiciones sino marcas. Las marcas son algo intermedio entre esos 2, dando siempre una ventaja y una desventaja que pueden ser aleatorias, pero solo 1 persona puede tener la misma marca. En este caso Enea es brutalmente eficaz jugando con las mentes de sus enemigos gracias a su marca, pero en cambio, todas las noches tiene pesadillas que dependiendo de su estado mental, pueden ser horrorosas y con potencial de dañar su salud mental.
“Si, por eso fuí a la rama de los asedia-mentes.” Confirma Enea. “Pero en si, siempre me cuidaba y lo quería mucho por eso. Él siempre me apoyó a pesar de que nuestros padres querían algo distinto para mí.”
“¿Algo distinto?”
“Ya sabes, matrimonio y esas cosas. Usarme políticamente.” Mira a Alex con dolor. “Él fue mi héroe y por eso me dolió mucho cuando… ya sabes.”
Alex da una mirada de pena. “Lamento que hayas tenido que vivir eso.”
“No tienes que hacerlo.” Dice con una sonrisa.
Sonríe. “Entiendo.” Alex vuelve a mirar al frente. Ambos continuaron hablando de cosas más triviales para conocerse un poco mejor ya que en verdad no saben mucho del otro debido a su situación en el pasado.
Un rato más tarde…
“Oh, parece que ya llegamos.”
Los caballeros se encontraban trabajando y un caballero se acerca.
“Mi señor, ha vuelto.” Dice el caballero. “Y con una invitada.” Dice con precaución.
“No te preocupes por ella. Es la señorita Raline, hija del duque Aelyr. La encontré de casualidad.”
“Un gusto.” Baja ligeramente la cabeza.
“Oh…” el caballero saluda respetuosamente. “Por favor perdone mi actitud y por favor, cuide bien de nuestro príncipe, señorita Aelyr.”
“Lo cuidaré como él me cuidó a mi.”
“Muchas gracias.” Se dirige a su príncipe. “¿Tiene órdenes mi señor?”
“Prepara a 300 hombres para marchar. Que el resto deje lo que esté haciendo y que recolecten tantos huesos de bestias mágicas como sean posibles. Quisiera… probar una cosa.”
“Recibido.” El caballero se despide y reúne a los hombres.
“¿Para qué quieres huesos de bestia?”
“Planeo hacer golems de hueso sin necesidad de invocarlos.”
“¿Qué no habías dicho que experimentar de esa manera era peligroso?”
“Claro que lo es, pero esta vez nadie estará en peligro, además…” Entonces saca el grimorio de Aededios. “…Conozco una manera para tener tantos como quiera.”
“¿Qué es eso? ¿Lograste salvar un libro de nigromantes?”
“No es cualquier libro, es una reliquia familiar. Es el grimorio de Aededios.” Dice con enorme alegría y admiración.
“¿¡El primer rey!? ¿¡De donde lo sacaste!? ¿¡Como no lo encontraron y quemaron!?” Dice sorprendida.
“Secreto familiar. Solo se pasa de padre a hijo así que no te lo puedo decir.”
“Ya veo, lo entiendo.” Dice ya con la compostura recuperada. “¿Entonces como planeas hacerlo?”
“Para eso el grimorio. Al parecer en un principio se construían los ejércitos desde 0, pero cuando se descubrió el inframundo, dejó de suceder.”
“¿Pero no estarás encadenado a tus limitaciones?”
“Sorprendentemente no. Puedo crear tantos como quiera siempre y cuando no exceda mis límites de control. Lo único malo es que los golems serán un poco más débiles de lo que ya son debido a su falta de aura no-muerta.”
“¿Entonces son fáciles de destruir?”
“Por lo menos alguien de cuarto nivel sería capaz de hacerlo, pero uno habilidoso y de nivel superior. Un golem sigue siendo golem, aún si está debilitado.”
“Ya veo… ¿Eh?” Enea recibe un mensaje por medio de un comunicador mental.
“¿Qué pasa?”
“Recibí un mensaje con mi comunicador.” Entonces enseña su arete de color purpura en forma de diamante. “Dame un momento.”
“Está bien, estaré con mis tropas.”
“Tardaré poco.” Alex asiente y se va. “(¿Qué sucede?)”
“(Señorita Raline, se aproximan alrededor de 1500 hombres a Marcileos. Ya informe a los agentes que se escondan.)” Dice una voz masculina.
Marcileos está al norte de Aedar.
“(Creí que serían más. ¿Sabes cuál es su objetivo?)”
“(Señorita, no les subestimes, ellos tienen magos y caballeros y están mucho mejor armados que nosotros. Creo que planean encontrarnos de alguna manera o tal vez solo están de paso, de cualquier manera son molestos. ¿Alguna orden?)”
“(Investiga quién los lidera y lo que planean. Puedes pedir ayuda de los infiltrados.)”
“(Entendido.)”
“(¿Y qué hay de lo otro?)” Pregunta más preocupada.
El hombre habla en tono serio. “(Señorita, la situación está empeorando.)”
“(Ya veo…)” Enea muerde una de sus uñas. “(No actúes por ahora, solo vigila ambas situaciones.)”
“(Entendido.)” Poco después la conexión se corta.
“Que molestia.” Dice en voz baja, respira hondo para relajarse y camina hacia Alex, quién dirigía a los hombres que ya casi estaban preparados.
“¿Terminaste?”
“Si, podemos irnos.”
“Perfecto.” Se voltea. “¡Muchachos, hoy marchamos para proteger a nuestra gente y asegurar su supervivencia! ¡El fracaso no es una opción! ¡Marchen!”
Los caballeros de armadura negra presentan armas. “¡El velo de la dama nos protegerá!”