The Loud House - Nuevo Comienzo - Capítulo 1 - Nuevo comienzo
Capítulo 1 — Nuevo comienzo
Lincoln pestañeó varias veces cuando pasó por el portal, sintiendo como todo le estaba dando vueltas en su vista a tal punto de estar tan mareado que no sabía en donde estaba parado, tomándose la cabeza incluso por el dolor que empezó a sentir.
Cuando el dolor por fin terminó, abrió los ojos de a poco, lentamente mientras lo que le rodeaba era su cuarto. Lo miró de arriba abajo, todavía confundido y con una expresión que acompañaba a esa confusión que estaba teniendo.
— ¿Por qué me duele tanto la cabeza? —Se decía mientras se la seguía tomando porque aunque de la nada dejó de dolerle, de la nada el dolor vino de nuevo, haciendo que se cayera incluso de su cama, tomándose también la parte posterior de su cuerpo. — Y ahora incluso me duele el trasero, esto es genial… y ni siquiera parece que sean las 10 de la mañana
Se levantó con dolores, como si de un viejo se tratara, mirando al reloj y notando que apenas era las 9 de la mañana. Al ver dicho reloj, también se miró así mismo en el espejo, viendo la imagen de un encantador niño de 11 años con un pelo más blanco incluso que la nieve misma y unos claros tan fuerte y claros como el cielo mismo. Se tocó por unos momentos su rostro, sintiéndose algo raro pero, dejó de lado dicho sentimiento y se cambió la ropa.
— Mi cuerpo… —No sabía cómo pero al quitarse la pijama, se miró por un breve instante su cuerpo por el reflejo del espejo, notando que todo su cuerpo estaba lleno de cicatrices, algo que le atrajo la atención de una manera enorme. Breves memorias se llenaron en su cabeza de golpe, haciendo que se tomara de nuevo la cabeza y recordando un poco—. … Ahora recuerdo a ese guardián pero… ¿por qué me dio esta oportunidad?
No parecía recordarlo. Sacudió un poco su cabeza y se golpeó las mejillas, ahora, teniendo en cuenta que recordaba que se le dio una oportunidad de comenzar de nuevo aunque no sabía el por qué. Más allá de eso, se sonrió a sí mismo unos segundos y salió de su cuarto.
Lo único que podía escuchar era el sonido de sus hermanas que se escuchaba desde el segundo piso, lugar en donde se encontraba, pareciendo discutir pero también escuchando desde muy cerca a sus hermanas menores pelear, como siempre.
— Chicas… —Entró al cuarto de las gemelas, Lana y Lola. Ver que se estaban peleando de nuevo le hizo sentir como que esto era algo de todos los días. Empezó a pestañear varias veces pero, más allá de eso, miró la escena de sus hermanas menores frenando la pelea al notarlo parado—. ¿Ahora por qué se pelean?
— ¡Ella rompió una de mis muñecas y debe pagarlo con sangre! —Parecía exagerar pero, la cara de furia de Lola que le daba a Lana era tanta que parecía estar realmente dispuesta a lastimarla y en serio.
— ¡Ya te dije que fue un accidente! —Discrepó a lo que, como siguiente acción, se puso detrás de Lincoln para usarlo como escudo—. Además, ¡no es culpa mía que dejes tus muñecos tirados por la habitación! —Ante su respuesta, Lola, agresiva, trató de abalanzarse contra ella pero Lincoln inmediatamente la terminó atrapando en el aire, encerrándola con ambos brazos como si de un abrazo se tratara.
— ¡Suéltame Lincoln ahora mismo! —Por más que intentase liberarse, no podía y sus esfuerzos eran en vano ante la fuerza que estaba ejerciendo el peliblanco—. ¡Te di una orden! ¡Obedéceme!
— Te soltaré cuando me prometas que si te bajo, no pelearas con ella de nuevo… por hoy —Aunque le ofreció un buen trato, ella no parecía bajar la intensidad de querer liberarse a tal punto que tuvo que mover su cabeza para un lado y otro para esquivar los cabezazos de su hermana menor—. Bueno, lo intenté —La bajó con sumo cuidado, dejándola en el piso y mirando a Lana que seguía detrás de él—. Lana, dile que pare
— ¿Qué? ¿Acaso no vez que no se va a calmar con nada?
Se puso a pensar allí mismo mientras Lola empezaba a perseguir alrededor suyo a Lana que, las dos de hecho, parecían estar rasguñando sus vaqueros de a poco. De pronto una idea apareció dentro de su cabeza. Tomó a las gemelas como si fuesen crías de cachorro y les dio una mirada a ambas muy seria.
— Si no quieren ser castigadas, ahora mismo, discúlpense la una con la otra, por favor
Con cierta duda y moviéndose para que este les soltara, se terminaron rindiendo al ver que era imposible soltarse. Se miraron unos momentos las dos, luego miraron a Lincoln y ambas suspiraron.
— Lo siento —Dijeron ambas sonando como si estuviesen realmente arrepentidas. Como no pudieron comprar al parecer a su hermano, siguieron—. No volverá a pasar hermano mayor, ¿nos puedes bajar ahora?
—… —Miró con dudas a ambas y terminó rindiéndose con los ojos que ellas le dieron, bajándolas y soltándolas—. Sé que tarde o temprano se van a pelear pero, por hoy, terminen y eso que apenas son las 10 de la mañana
Las dos asintieron y cuando él, notando realmente que no pelearían de nuevo, tres pasos fuera del cuarto de ambas, escuchó de nuevo a las dos pelearse, haciendo que suspirar y se rindiera, bajando las escaleras para buscar algo para desayunar.
Bajó las escaleras, notando a de poco a algunas de sus hermanas sentadas en el sofá, concentradas en sus teléfonos celulares, algo que también querría estar así como ellas lo estaban ahora, claro que primero debía desayunar.
— Buen día chicas —Dijo de manera casual mientras pasaba
— Hola Linc
— Hola Linky
— Hola hermano
— Hola Lin
Las cuatro de sus hermanas mayores le respondieron el saludo pero, no quitaron de vista su teléfono por lo que no dijo nada más con respecto al tema. Fue directo a la cocina en donde estaban sus padres junto a Lily que estaba en su silla especial.
— Hola papá y mamá
— Oh, hola hijo, ¿cómo amaneciste?
— Con dolor de cabeza, no lo sé… —Se tomó la cabeza un momento porque ni bien lo mencionó, el dolor de cabeza apareció brevemente y se fue.
— No te preocupes que seguro estarás bien en un rato hijo —Su madre le pasó la mano por la mejilla y la apretó un poco, notando ella la mueca que tenía por hacerle esto—. Y procura desayunar si planeas salir de casa ¿sí?
Él asintió brevemente con una sonrisa para buscar algo de leche y cereal para desayunar de manera simple. Eso fue lo que hizo, servirse un poco de leche y cereal y terminarlo completamente.
— ¿Qué voy a hacer hoy? —Se dijo a sí mismo estando sentado en la cocina mientras sus padres tomaban café y le daban un poco de su comida a Lily que tenía una sonrisa enorme y aplaudía al mismo tiempo. Le pareció bastante hermosa.
— Si no sabes qué hacer el día de hoy, ¿por qué no ayudas a limpiar la cochera a tu padre? —Se dio cuenta que dijo aquella pregunta sobre lo que podría hacer en voz alta, atrayendo la atención de sus padres y claro, siendo arrastrado como todo hijo que dijera eso en voz alta.
— ¿De verdad? Bueno… yo… la verdad es que estoy feliz por ayudarte papá pero…
—La verdad es que ya el me prometió ayudarme el día de hoy —Lincoln se dio vuelta al escuchar la voz de Lynn, entrando por la puerta trasera de la casa, sudando bastante de hecho y llevando consigo encima ropa deportiva específicamente para salir a correr. Ella le guió el ojo a lo que estaba comprendiendo lo que estaba haciendo.
— ¡Oh sí! ¡Iba a ayudar a Lynn! —Asentía con la cabeza mientras se levantaba y se paraba a su costado un momento, tratando de tapar su nariz por el olor a sudor que llevaba—. Apestas un poco —Le dijo por debajo—. Y… gracias…
—Esto me lo vas a pagar perdedor —Dejó los susurros con su hermano y miró a su padre y a su madre—. Él dijo que iba a ayudarme a entrenar un poco el día de hoy por lo que, no puede cargar nada o mover porque lo necesito al 100% de su estado
— Sí… Espera, ¿qué? —Escuchando esto, Lincoln ahora sí desearía ayudar a limpiar la cochera por completo—. Esto no era parte del trato Lynn
— Te dije que me lo ibas a pagar —Le pasó el brazo por detrás de la nuca, abrazándolo para llevárselo afuera con una enorme sonrisa—. ¡Vamos Lincoln, es hora de entrenar con tu hermana mayor!
No podía moverse y fue llevado por la fuerza por su hermana mayor fuera de la casa escuchando claramente la pequeña risilla que esta daba al igual que oler el increíble olor que llevaba encima por haber salido a correr.
— ¡Muy bien perdedor! —Dijo Lynn soltando a su hermano y haciendo que diera algunos pasos manos debido a que casi lo estaba tirando a unos cuantos pasos—. Es hora de entrenar un poco… —Obvio que golpeó sus guantes ya que en el patio, parecía estar todo preparado como para que esto suceda, algo como que había anticipado a esto.
— ¿En qué decidí meterme?
Lincoln, sin manera de negarse, tuvo que ponerse los guantes contra toda voluntad suya porque, ya estaba aquí, ya fue arrastrado y no podía arrepentirse para nada.